domingo, 12 de septiembre de 2010

THAT BOY IS A MONSTER-. Capítulo II.

Capítulo II.


Y ahí fue cuando caí en cuenta de que había pasado en tan solo unos segundos, mi hermano me había tomado del brazo jalándome haciendo que cayera sobre él, haciendo que quedara todo mi cuerpo recostado arriba del suyo. Paso sus brazos por mi cintura impidiendo algún movimiento de mi parte.


- Tom suéltame, ¿Qué estás haciendo? ¡Quita tus manos de encima de mí!- Le exigí moviéndome bajo su agarre.


- No, no voy a quitar nada porque tú te vas a quedar aquí conmigo.


Abrí los ojos desmesuradamente cuando escuche que dijo esto, ¿Qué me quedara con él? Ahí en la cama, oh no claro que no, yo también estaba cansado y quería dormir y no iba hacerlo arriba de mi hermano. Me moví bajo sus brazos intentando zafarme pero simple y sencillamente no pude me tenía muy bien agarrado.


- ¡Suéltame Tom! Quiero irme a mi habitación a dormir, ya te traje hasta acá ahora déjame ir y duérmete para que se quite lo borracho- Le alegue intentando que me soltara pero no paso.


- Billy, Billy –Dijo en un tono gracioso mientras apretaba mas su agarre- ¿Qué todavía crees en los reyes magos?- Me dijo. Lo mire con cara de no entender, ¿Qué rayos quería decir con eso de que si todavía creía en los reyes magos? Y ¿Por qué seguía sin soltarme? – Yo no estoy borracho Billy.


- ¿Qué? ¿Cómo que no estás borracho?- Cuestione, claro que estaba borracho si por eso nos habíamos regresado de la fiesta. Lo mire atentamente a la cara y mire como se le formaba una sonrisa- ¿Qué fregados quieres decir Tom?.


- Hay Billy, no cabe duda que aun sigues siendo un niño inocente. Yo fingí estar borracho claro que no podría ponerme borracho hasta el punto de necesitar ayuda- Soltó como si nada- Todo lo fingí, créeme que para que yo me ponga borracho ¡nombre! Debo beber toda la noche y el día siguiente.


Con los ojos abiertos, sintiendo como mis mejillas comenzaban a ponerse rojas y no de pena si no de enojo el muy desgraciado me había engañado diciéndome que estaba borracho, todo había sido una mentira. Pero ¿para qué? ¿Por qué lo habrá hecho? Yo me la había estado pasando muy bien en la fiesta y la había dejado porque el había dicho que se sentía mal y que estaba muy pasado de copas.


- ¡Eres un maldito Tom! ¿Por qué rayos me mentiste? ¿Por qué fregados dijiste que estabas borracho cuando no es verdad?- Comencé a preguntar demasiado enojado tratando se zafarme del puto agarre en el cual me tenia pero no podía. Sus brazos estaban apretándome fuerte, pero no hasta el punto de llegar a lastimarme.


- Quería regresar a la casa hermanito, aparte la fiesta ya me estaba aburriendo no había nada bueno.


- Pues yo déjame decirte que me la estaba pasando muy bien, yo si me estaba divirtiendo. Eres un maldito no debí haberte hecho caso, debí haberme quedado- Comenzaba a responder rápidamente- Ahora suéltame, déjame quitarme.

- No, no voy a soltarte te quiero aquí conmigo- Me respondió moviendo su piercing con la punta de la lengua- Sabes, hice todo eso del teatrito de sentirme mal y estar borracho por algo.


- Dime ¿Por qué rayos lo hiciste? ¿Por qué me mentiste? No te basta con haber vuelto así como si nada, ahora me arruinas una puta fiesta- Estaba enojado, demasiado.


- Porque creo que aquí en la casa nos la podemos pasar mucho mejor, definitivamente pienso que la casa es más divertida que esa estúpida fiesta- ¿la casa? ¿Más divertida que la fiesta? Estaba loco, ¿Qué le miraba de divertido a una casa sola- Y más cuando tienes una buena compañía.


- ¿Qué compañía? Por dios, créeme que en la fiesta hubieras tenido más compañía que aquí, ¿Por qué rayos no intentaste ligarte a la tía esa que me dijiste en la fiesta?-Le pregunte esperando una respuesta.


- ¿Recuerdas que te dije en la fiesta que había encontrado a alguien que quería ligarme?- Pregunto y yo asentí con la cabeza- Bueno esa persona está aquí en la casa –Termino de decir con una sonrisa de medio lado en su rostro.


¿Qué? ¿Aquí en la casa? pero ¿Cómo? Si yo me había regresado con él a menos de que nos hubieran seguido y estuviera esperando a mi hermano afuera de la casa. Me le quede mirando definitivamente mi hermano era demasiado raro.


- Todavía no entiendes lo que te acabo de decir ¿verdad?.


- La verdad no y no quiero entenderlo solo quiero que me sueltes y me dejes ir a mi habitación para que pueda dormir- Me movía poco a poco, la posición en la que estaba me cansaba, como Tom me había jalado haciendo que cayera sobre él para acomodarme de forma que no quedara yo incomoda puse cada uno de mis brazos alrededor de su cara apoyando todo mi peso- Ahora por favor hazlo.


- A la persona que quería ligarme en la fiesta era tu- Me dijo mirándome directamente a los ojos. ¿Qué? ¿Cómo? ¿Qué acababa de decir? Comenzaba a preguntarme, ¿Qué a la persona que quería ligarse, la que me conto en la fiesta era yo?- ¿Ya entendiste o quieres que te lo explique con manzanas?.


De a cuadros, con los ojos bien abiertos sorprendió así me había quedado cuando mi hermano me dijo esto. ¿Cómo rayos que al que quería ligarse era a mi? Por dios, definitivamente si estaba borracho, el no podía estar diciendo eso en verdad ¿Por qué? porque soy su puto hermano, ¿Cómo alguien quiere ligarse a su hermano?.


- Mira Tom suéltame ya no estoy jugando, estás diciendo puras tonterías creo que si estas borracho y lo mejor es que te duermas.


- ¡Que no estoy borracho! Estoy en mis cinco sentidos ¿Quieres que te lo demuestre?- Me cuestiono alzando una ceja.


- Tom ya suel..- No pude terminar de hablar porque mi hermano de un movimiento rápido giro haciendo que yo quedara debajo de él y el sobre mí- ¿Qué rayos haces? Suéltame ahora mismo y quítate de encima.


- Y si no quiero ¿Qué?, ¿Qué me vas hacer?- Me pregunto en tono retador- Haber quiero ver que es lo que intentas.


Yo no sabía qué rayos hacer, tenía a mi hermano sobre mi diciéndome que al que había querido ligar era yo, definitivamente esto no podía estar pasado, claro que el tenía que estar borracho para decir tanta estupidez. Me quede callado sin decir nada y sin moverme pensando que mi hermano se descuidaría, bajaría la guardia y yo podría quitarlo de encima pero no, no paso eso. Mire como mi hermano comenzaba a bajar poco a poco su cabeza, me tomo de las muñecas y las alzo posándolas por arriba de mi cabeza.


- Tom..Tom ¿Qué estás haciendo?- Pregunte mientras miraba como seguía acercándose a mi rostro- Tom, quítate, aléjate – No me hacía caso, seguía bajando poco a poco hacia mi rostro con una sonrisa.


- Sabes Bill, no has cambiado mucho sigues siendo el mismo, todavía guardas tu estilo de ropa, el maquillarte y llevar el pelo largo- Que se quitara, que se alejara eso era lo que quería- Nada más que ahora pienso que te miras mejor.


- Tom..


- Sigues siendo igual de frágil, de inocente, de lindo hasta podría decir que sigues siendo el mismo de hace tres años nada más que ahora creciste- Quito una de sus manos del agarre de mis muñecas y la puso al costado de mi cintura subiendo y bajando- De verdad Bill, creo que mejoraste con los años.


- Tom.. ¿Qué fregados estás haciendo? ¡Suéltame estas borracho!


- Que ya te dije que no Billy, no estoy borracho me encuentro en mis cincos sentidos, ¿Quieres que te lo demuestre?- Volvió hacerme la misma pregunta que había hecho hace unos minutos atrás.


Yo no decía ni hacia nada, solo miraba como Tom se acercaba mas y mas hasta pegar nuestras frentes, sentía su respiración chocar con la mía, con una mano deteniendo mis muñecas y con la otra acariciando un costado de mi cintura. Trataba de moverme, de quitarlo de encima pero no podía.


- En la fiesta te mirabas más bueno que todas las tías que estaban ahí.


Iba a responder algo antes su comentario pero no pude, abrí los ojos desmesuradamente sentí como mi cuerpo no era capaz de moverse, como la respiración se me volvía más acelerada. Y todo tenía un motivo y una razón, la razón y el motivo era que Tom me estaba besando, mi hermano estaba besándome, poso sus labios sobre los míos apretándolos y abriéndolos de un golpe gracias a que introdujo su lengua en mi boca, yo no reaccionaba no hacía nada estaba completamente sorprendido por lo que estaba pasando. Pero de repente caí a la tierra, caí en cuenta de lo que estaba pasando estaba dejándome besar por mi hermano, estaba correspondiéndole.


- No, no..-Dije moviéndome bruscamente bajo el. Se aparto de mis labios y me miro- Quítate, quítate.


- ¿Por qué quieres que me quite si bien que lo estabas disfrutando?- Dijo sonriendo- Mejor continuemos.


- Oh no, quítate suéltame déjame ir, ¿Qué no ves la estupidez que acabas de hacer? Acabas de besar a tu hermano.


- Y tú me acabas de responder al beso.


- Quítate de encima de mí por las buenas o te voy a quitar por las malas- Le advertí. Mire como mi gemelo sonreía ante lo que le había dicho- Yo te lo advertí.


Y después de haber dicho lo ultimo levante mi pierna haciendo que mi rodilla diera contra su entrepierna, mi gemelo al sentir el golpe se quito tumbándose a lado de mi poniendo sus manos ahí, sobándose por el tremendo golpe que le había dado. Yo me levante lo más rápido que pude de la cama y antes de salir voltee y lo mire.


- Eres un depravado, besar a tu hermano ¡¿Estás loco?!- Termine de gritarle y me dirigí corriendo a mi habitación.


Me adentre y cerré la puerta con seguro me lance contra la cama cayendo boca abajo. Me preguntaba ¿Qué rayos había pasado? ¿Por qué Tom había hecho esa estupidez de besarme? ¡Somos hermanos! Esta loco, después de lo que hizo no me queda la menor duda. Me gire quedando ahora boca arriba, mirando hacia el techo, recordando lo que había pasado hace unos instantes.


- No, el de verdad tenía que estar borracho para haberse atrevido a besarme- Comencé a decir- Porque él no es así, por dios sabe perfectamente que eso no se hace, no porque sea hombre con hombre sino porque soy su hermano- Me pasaba la mano por la frente.


Cerré los ojos y como si nada por la cabeza me paso lo que había pasado, el recuerdo de mi hermano besándome como lo había hecho, abrí los ojos y moví la cabeza de un lado a otro. Gire mi cabeza y mire el reloj que había en el buro, eran las tres y media de la madrugada me levante y me quite las botas, la camisa y el cinturón no tenía ganas de quitarme los pantalones, solo quería dormir y olvidar lo que había hecho el estúpido de mi hermano por estar borracho y yo por estúpido porque le correspondí, si le correspondí al puto beso cuando no sabía qué hacer, cuando me había quedado sorprendido por lo que estaba haciendo.


- Ya duérmete Bill, ya deja de pensar y duérmete –Me dije antes de quedar profundamente dormido.


Los rayos del sol comenzaban a traspasar las cortinas de la ventana dándome directo en la cara, gire quedando de medio lado dándole la espalda a la ventana, no tenía ganas de levantarme ni de abrir los ojos, tenia sueño y demasiado. Estire mis piernas y los brazos y di media vuelta quedando boca arriba, comencé abrir los ojos poco a poco.


- Dios mío tengo tanto sueño- Dije levantándome de la cama.


Me dirigí al tocador me mire al espejo, me daría una ducha rápida y me pondría algo de ropa cómoda no tenía planeado salir ahora a ningún lado busque entre el closet y saque unos pantalones de chándal un poco holgados color negros, una camisa color blanca manga larga delgada y no me maquillaría, ¿para qué? Si no iba a salir. Tome las cosas en mano y me dirigí al baño que quedaba afuera del cuarto la puerta estaba abierta así que entre como si nada cerrándola con seguro una vez que estuve adentro, deje mis cosas en la tapa del baño y abrí la cortina observando algo que no me esperaba. Enfrente de mí, enjuagándose el cuerpo tenia a mi hermano gemelo, enfrente de mi pasándose la esponja por todo su pecho hasta llegar a su vientre tenia a Tom, estaba bañándose yo me quede parado mirando sin decir una sola palabra estaba completamente sorprendido por lo que estaba viendo. Me quede mirándolo unos segundos, al parecer él no se había percatado de que yo había entrado al baño y lo estaba mirando, pensé en salir lo más pronto posible antes de que se diera cuenta y sin hacer ruido tome mi ropa abrí la puerta y salí dirigiéndome al otro baño.


- Bill, Bill ¿Qué mirabas?- Me cuestione yo mismo una vez que estuve dentro del otro baño- Ya quítate a tu hermano desnudo tallándose de la cabeza, no seas un puto pervertido- Me decía mientras me miraba al espejo, ¿Por qué no había tocado la puerta primero?.


Termine de quitarme la ropa y entre a la regadera dejando que el agua fría, porque no había esperado a que se calentara cayera por mi cuerpo, mientras enjuagaba mi cabello comencé a recordar lo que acababa de ver, Tom llevándose la esponja blanca desde su pecho bajando lentamente por todo su torso hasta llegar a su vientre, su cabeza echada hacia atrás y la boca levemente abierta.


- Hhmm- Gemí cuando sentí como algo entre medio de mis piernas comenzaba a doler un poco. Baje mí vista hacia esa parte dándome cuenta de algo- ¡Maldición eres un puto sucio Bill te excitaste recordando a tu hermano duchándose!.


Moví la cabeza lentamente de un lado a otro negando lo que me estaba pasando, mi querido miembro se había despertado estaba completamente parado pidiendo atención y todo ¿gracias a qué? A que había recordado a mi hermano pasándose es puta esponja por el cuerpo. Baje mi mano lentamente hasta tomar mi miembro entre ella y comencé a moverla de arriba abajo en un movimiento constante, ya ¿Qué me quedaba? Ni modo que dejara a mi querido amigo sin atención doliéndome. Estuve así unos minutos, cuando termine de masturbarme y bañarme me seque y puse la ropa me había comenzado a dar hambre.


- Haber que me hago de desayunar- Dije saliendo del baño. Note que la puerta del baño que estaba enfrente ya estaba completamente cerrada y con la luz apagada suspire y me encamine a la cocina, a penas había llegado a la puerta cuando pude visualizar la figura de mi gemelo buscando algo en el refrigerador, estaba desnudo de la cintura para arriba, trague saliva y desvié mi mirada hacia otra parte. ¿Qué me estaba pasando?.


Me adentre en la cocina pasando por alado de el dirigiéndome a la alacena abriendo las pequeñas puertas para buscar que podía hacer de desayunar.


- ¿Qué acaso no hay nada bueno en la casa para desayunar?- Me pregunto en un tono molesto.


- No o más bien si hay pero tienes que preparártelo tu- Respondí sin mirarle.


- Pues no quiero hacerme desayuno, quiero que me lo hagan.


- ¡Estás loco si piensas que yo te voy a preparar el desayuno! Creo que tu ya estas lo suficientemente grandecito como para hacerlo solo- Todo le respondió sin mirarle. Por un momento, antes de salir del baño pensé que se acordaría de lo que había hecho ayer, de que me había besado pero al parecer no, tal vez si había estado borracho como lo pensé y me había mentido, en decir que no lo estaba.


- Pues entonces prefiero ir a comprar algo de comer.


- Perfecto entonces vete y desayuna que yo no te voy a preparar nada ni lo sueñes.


Podía sentir la mirada de mi gemelo sobre mí, aunque no lo estuviera mirando podía jugar que tenía una media sonrisa en su rostro yo tomaba las cosas de la alacena con las manos temblorosas ya que estaba nervioso, baje el paquete de harina para hacer waffles que era lo que desayunaría, una bolsa que tenia chocolate y quería bajar la miel pero no la alcanzaba.


- Vaya siendo tan alto y no alcanzas una botellita de miel- Dijo en tono burlón.


- ¡Cállate!.


Estaba parado de puntas tratando de alcanzarlo pero era inútil no lo lograba, iba a dejar de insistir de agarrarla y me iba a dar la vuelta cuando sentí como algo duro se ponía atrás de mi apretándome contra el mueble que era parte del zinc. Gire un poco mi cabeza mirando o más bien, cerciorándome de quien era, Tom se había acercado hasta donde yo estaba pegando su pecho desnudo contra mi espalda poniendo su cabeza recargada en mi hombro y una mano extendida alcanzando la botella de miel.


- Aquí esta- Dijo poniéndola frente a mi mientras seguía pegado a mí.


Yo no me moví no dije nada, no entendía que estaba pasando, porque estaba actuando así, ayer me había besado pero eso podía encontrarle, o más bien le había encontrado la explicación de que estaba borracho, la segunda en el baño fue yo que me quede como un estúpido mirándolo mientras se enjabonaba y ahora el pegándose a mí por detrás. Sentía su respiración chocar contra mi oído ya que su cabeza estaba recargada en mi hombro.


- Tom.. ocupo..


- Sabes Bill para la otra que quieras verme bañando solo dímelo y no entres a escondidas- Comento en un tono burlón y mientras se despegaba de mi- Si quieres puedo darte un show de cómo me enjabono.


Si me pudiera mirar a mi mismo hubiera visto como mi boca se abría de en par en par, como el color e mi piel comenzaba a cambiar a uno amarillo y como mis mejillas se ponía rojas a más no poder. Me gire para poder verlo, estaba parado en el marco de la puerta mirándome con una sonrisa de oreja a oreja.


- Yo..no.. no es lo que piensas- Comencé a decir- No es que te quisiera ver bañar, es que yo me quería meter a bañar, entre al baño pero no sabía que estabas tú ahí.


- Y por eso te quedaste como más de cinco minutos mirándome, no si lo entiendo.


- Yo no te quería espiar, no te estaba mirando solo que me quede sorprendido porque no sabía que estabas ahí, nada más.


- Bueno como sea eso no es lo único que quiero decirte- ¿Qué había mas? Se estaba burlando de que lo había mirado, si me había quedado mirándolo pero no porque quisiera espiarlo- Besas de maravilla Billy.


Y después de que me dijo eso salió de la cocina dejándome sin entender ni madres, si se acordaba, si sabía que era lo que había pasado ayer del beso y no solo eso, sino que me había mirado en el baño cuando lo mire. Quería desaparecer, que esto no estuviera pasando, que solo fuera mi imaginación deje las cosas de lado y salí de la cocina para buscarlo me dirigí al living y ahí estaba sentado cambiándole de canal a la televisión.


- Quiero que me digas una cosa Tom, ayer regresamos a la casa porque estabas borracho ¿verdad? Porque te sentías mal.


- Pues eso es lo que te hice creer a ti Billy, porque yo ayer no estaba borracho solo tome unas cuantas copas pero no me pase- Respondió con serenidad sin mirarme.


- No, es que tú tenias que haber estado borracho porque si hubieras estado consiente no me hubieras besado.


- ¿Por qué no? ¿Qué tiene de diferencia que hubiera estado ebrio o sobrio al besarte?- Cuestiono dirigiendo su mirada hacia mi- Se perfectamente que si hubiera estado ebrio te hubiera besado y si hubiera estado sobrio también ¿Qué no te quedo claro?.


- ¿Entonces eso quiere decir que me besaste sabiendo perfectamente lo que hacías? ¡¿Qué estas demente?! Besaste a tu propio hermano, a tu gemelo- Comencé a gritarle. Me había quedado con la boca abierta una vez más ante lo que me acababa de decir- ¿Cómo puedes estar tan tranquilo?


- Pues nose, lo estoy ¿Qué tiene de malo?.


Y si definitivamente estaba realmente sorprendido. Tom no había estado borracho ayer por la noche cuando me beso, lo había hecho estando en sus cinco sentidos. No podía creerlo.


- No puedo creer que hagas la estúpida pregunta de ¿Qué tiene de malo? Eso no se hace, somos hombre y no solo eso somos hermanos gemelos- Camine hacia el poniéndome frente a frente- ¿Eres estúpido o qué?.


- Mira Billy no me digas estúpido y no comiences a hablarme en ese tonito- Me ¿advirtió?- Que no me gusta que me hablen así y me digan cosas.


- ¿Es que como no decirte cosas después de lo que hiciste? Yo pensé que lo había hecho porque estabas completamente caído de borracho pero ahora me dices que no.


- Yo desde ayer que te puse sobre mi te dije que no estaba borracho, que estaba en mis cinco sentidos que tu no me creyeras fue tu problema.


- Pe..pero es que yo. No puedo creerlo, enserio que me dejas con la boca abierta.


El sonrió, se levanto del sillón posicionándose delante de mí, quedado solo unos centímetros separado de mi cuerpo, comenzó a mover su piercing con la punta de la lengua y llevo sus manos a mis hombros.


- Si, no puedes creer que te haya besado porque eres mi hermano pero yo no puedo creer que tú me hayas correspondido- Helado, así me quede- Y no solo eso, sino que a la primera oportunidad aprovecharas para verme desnudo mientras me bañaba.


No, estaba equivocado, claro que estaba perfectamente equivocado bueno, solo en una cosa estaba equivocado en que yo había aprovechado la primera oportunidad que se me presento para espiarlo porque la primera, muy a mi pesar era verdad yo ayer le había correspondido a ese beso.


- Ahora si verdad te quedas callado- Decía en susurro aun agarrándome por los hombros- Pero debo confesarte algo, de verdad besas de maravilla.


Me soltó y se volvió a sentar en el sillón dejándome parado y desorientado, sin más que decir camine hacia la cocina iba a prepararme el desayuno y me iba a salir de la casa no quería estar en ella mientras mi hermano estuviera. Sentado ya desayunando comencé a ver a donde podía ir, a la casa de Natalie no, iban a estar sus papas y no quería encontrarme con ellos, entonces pensé en la casa de Georg y bingo, ahí iría a pasar toda la tarde si me era posible. Termine de desayunar, deje mi plato en el zinc y corrí a mi habitación a cambiarme de ropa y maquillarme, cuando estuve una vez listo tome las llaves de la casa y me dirigí a la puerta.


- ¿A dónde vas?- Oí que preguntaron mientras yo abrir la puerta.


- Saldré, no te importa tu puedes hacer lo mismo o si quieres irte aunque debo decir que la segunda me encantaría.


- Que gracioso hermanito. ¿A dónde vas?.


- Ya te respondí saldré no te importa a donde o con quien así que déjame en paz.


Tras decir eso salí de la casa cerrando la puerta y dejando a mi hermano adentro, necesitaba salir y tomar aire fresco y vaya que ocupaba demasiado. No sabía qué rayos me estaba pasando lo único que sabía era que quería estar lejos de él. La casa de Georg no quedaba muy lejos de la mía, si acaso a unas cuantas cuadras lo malo era que para llegar, tenía que pasar por algunas cuantas cuadras donde no era muy querido ¿a que me refiero cuando digo ''no muy querido''? pues a que todos los tíos de ahí no me quieren o más bien si, pero me quieren dar por culo.


- Tranquilo Bill no te encontraras con nadie, es muy temprano y nadie sale a estas horas- Comencé a decirme mientras llegaba a esas calles- Tranquilo, tranquilo.


Y así fue, creo que me había alarmado de mas innecesariamente porque por las calles no había nadie, ni un solo pájaro llegue por fin a la casa de Georg y toque el timbre, segundos después la puerta que estaba frente a mí se abrió dejando ver a mi amigo con los ojos aun lagañosos, el pelo todo revuelto, en pijama un pants negro y una camisa blanca.


- Bill ¿Cómo estás? ¿Qué haces aquí?- Pregunto tallándose los ojos.


- Estoy bien y pues vine a visitarte.


- ¿Tan temprano?- Pregunto. Al parecer aun no sabía que eran la putas dos de la tarde- ¿Qué horas son?.


- Las dos, creo que ya van hacer las tres.


- ¿Qué las tres? No eso no puede ser Gustav quedo de pasar por mí a las tres porque vamos a salir de la ciudad- Dijo mientras pasaba a la casa y yo lo seguía- ¡Demonios! Se me hizo tarde.


- ¿Van a salir de la ciudad? ¿A dónde si se puede saber?- Cuestione con mucha curiosidad.


- Pues lo que pasa es que Gustav tiene que salir de la ciudad por unos problemas que le surgieron, su mama está mal y me pidió que lo acompañara, claro que yo le dije que te lo pidiera a ti y lo iba hacer pero como no te encontramos en la fiesta no me quedo más remedio que aceptar- Dijo mientras se dirigía a su cuarto- Por cierto, ¿Por qué te fuiste tan temprano de la fiesta?- Pregunto gritando para que lo pudiera escuchar.


- Lo que pasa es que mi hermano se sentía mal y como estaba muy borracho- Dije recordando que no era verdad que me había mentido- Tuve que irme porque no podía dejarlo conducir ebrio.


- Oh con razón.


Yo estaba sentado en un pequeño sillón que había en el recibidor de la casa de Georg, este pasaba de un cuarto al otro cambiándose, se notaba que estaba apresurado y claro que debía estarlo pues solo faltaban diez minutos para que dieran las tres y Gustav es sumamente puntual.


- Bueno entonces creo que me tengo que ir. Con eso de que vas a salir voy a buscar donde me divierto a estas horas.


- ¿Por qué no sales con tu hermano a dar una vuelta a la ciudad? Por lo que nos conto ayer a Gustav y a mi ustedes no son muy unidos- Se había atrevido a contarle sobre nuestra ''relación de lejanía'' a mis amigos, vaya que era estúpido- Deberías aprovechar, por lo que trate con Tom se nota que es un tío divertido.


- Pues a mí no me lo parecer, aparte de que es verdad no somos muy unidos ni me interesa serlo.


- Mmmm pues que mal.


- Bueno creo que lo mejor será que me vaya yendo, nos vemos después me avisan cuando hayan llegado para ver que hacemos para pasar un rato divertido.


- Claro yo te llamo- Respondió con una sonrisa.


Salí de la casa de Georg y camine lo más rápido que pude para quitar las probabilidades de encontrarme con los tipos esos que ya les conté que me quieren dar por culo. Creo que mi plan de salir a beber un rato con Georg se había acabado ya que se iba a ir con Gustav a la ciudad donde la madre de este vivía, estuve dando vueltas como estúpido buscando que podía hacer cuando me di cuenta de que no podía hacer nada o más bien no tenía nada que hacer.


- Ni modo tendré que regresar a la casa- Dije resignado.


Comencé a caminar en dirección hacia la casa, se supone que yo había salido para no estar en la casa mientras mi hermano estaba pero todo había salido mal, abrí la puerta de la entrada y entre cerrando la puerta tras de mí y dejando las llaves en una mesilla. En cuanto entre me di cuenta de que la casa estaba muy silenciosa pero todo eso cambio cuando comencé a escuchar carcajadas provenientes del living, me acerque y mire quienes eran los que estaba riendo.


- Natalie ¿Qué haces aquí?- Pregunto sorprendido al ver que era ella quien se había reído acompañado de mi gemelo.


- Vine a visitarte pero Tom me dijo que no estabas, me iba a ir pero me invito a tomar algo y me comenzó a contar historias tuyas- Dijo tratando de contener una risilla por lo que podía notar.


- ¿Qué le contaste de mi?- Pregunte dirigiéndole la mirada a mi gemelo que tenía una sonrisa en el rostro que no me gustaba para nada- Dime.


Natalie se levanto del lugar donde estaba y se acerco a mi poniéndose frente a mí, me miro con una sonrisa y dejo salir la carcajada que había estado tratando de esconder yo la mire con el ceño fruncido, no entendía de que se estaba riendo y mucho menos que era lo que le había contado Tom.


- Bueno creo que lo mejor será que los deje solos- Dijo mi gemelo levantándose de su lugar, pasando por alado de mi y desapareciendo del living.


Yo después de mirar como desaparecía volví mi vista a Natalie que me miraba con una sonrisa se alejo de mi y se sentó en el sillón en el que hace un momento había estado sentada.


- ¿Qué estupideces te contó de mi?.


- Nada importante Bill solo cosas de cuando tú eras chico- Respondió. ¿Cosas de cuando yo era chico?, ¿Qué putas cosas le pudo a ver contando de mi niñez?.


- Quiero que me digas que te dijo Natalie, no le hagas caso el dice puras estupideces.


- ¿Eso piensas?- Me cuestiono- Pues a mi lo que me contó me enterneció, no entiendo porque ahora viven separados si de pequeños eran muy unidos -Me acerque a ella, me acababa de decir que lo que le dijo mi gemelo le ¿enterneció? Pues ¿Qué le había dicho?.


Me acerque hasta donde ella estaba, sentándome a lado de ella esta se acerco y se acurruco en mi pecho yo la abrace, me sorprendía que hubiera venido a la casa ya que la mayoría de las veces yo iba a su casa. Esta se separo levanto la cabeza un poco y se dirigió a mi labios atrapándolos en un beso el cual correspondí muy gustoso. Empezó lento pero yo cambie el ritmo metiendo mi lengua en su boca, estaba sentado en el sillón mientras ella se acomodaba sentándose sobre mí, con cada una de sus piernas a mis costados. Pose mis manos en su cintura y ella en mis mejillas acercándome mucho más a ella.


- Hhm - Gemí cuando sentí que mordió mi labio inferior.


Estaba comenzando a excitarme con la forma que me estaba besando, cerré mas los ojos apretándolos y ahí fue cuando mi cabeza se perdió, mientras besaba a Natalie de la nada comencé a recordar el beso que mi gemelo me había dado la noche anterior, comenzaba a recordar como sentía sus labios sobre los míos presionándolos, sintiendo a todo pulmón su aliento dentro de mi boca, su piercing chocar con mi labio inferior. Estaba besando a mi novia y pensando en el beso que mi hermano me había dado.


- Natalie -La separe de mí haciendo que se levantara de mi regazo.


- ¿Qué pasa? ¿Hice algo mal?- Pregunto preocupada porque la había movido de la nada.


- Lo que pasa es que, la verdad no te esperaba Natalie y no te vayas a molestar pero quiero o más bien necesito estar solo- Le solté sin más, en lindas palabras le estaba diciendo que se fuera.


- Oh, ya entiendo. No te preocupes me voy háblame si quieres que venga o si tu quieres ir a mi casa , mis padres no se encuentran.


- Si yo te marco.


Natalie se dirigió a la puerta y salió. Ni yo mismo entendía porque la había corrido porque eso había hecho prácticamente, siempre reniego que no la puedo ver seguido por las reglas de sus padres y ahora que venía a mi casa le decía que ocupaba estar solo, que se fuera. Y para mí eso no era lo más raro, lo más raro era que mientras la besaba había pensando en el beso de mi gemelo.


- ¿Qué rayos te esta pasando Bill? - Me cuestione mientras me dirigía a mi habitación. Era muy temprano y no tenía nada que hacer definitivamente estaba súper aburrido, de repente cuando pase por la puerta de la habitación de mi hermano recordé que Natalie me había dicho que le había contado cosas mías de “pequeño”.


Quería saber que le había contando, que estupideces le había inventado más bien, porque estaba seguro de que mi gemelo no se acordaba de nada de lo que hacíamos en la niñez juntos. Me acerque a la puerta y gire poco a poco la perilla dejando ver el cuarto que era solamente iluminado por la luz del sol. Me adentre y cerré la puerta una vez que entre, en la cama se encontraba mi hermano gemelo desnudo de la cintura para abajo, boca arriba dormido. Me acerque hasta situarme a lado, si estaba dormido y yo, yo no pude evitar desviar mi mirada hacia su abdomen ya era la segunda vez en el día que lo miraba así, o más bien ahora un poco mas cubierto porque cuando lo mire en la ducha estaba completamente desnudo. Trague saliva no podía dejar de mirarlo y no solo eso, de un momento a otro me dieron ganas de pasar mi mano por el duro abdomen de él.


- ¿Qué rayos piensas Bill?, ¿Qué estas tratando dé hacer? - Me preguntaba en voz baja mientras acercaba mi mano al abdomen de mi hermano. Quería tocarlo, quería sentirlo si, pero ¿Por qué?.


Acerque mi mano hasta que roce con la punta de los dedos el duro y bien formado abdomen de mi hermano, tenía la piel caliente y suave. Pasaba mi mano lentamente, solo rozando desde el pecho de Tom hasta su ombligo. Me quede unos minutos así, acariciándolo lentamente como un estúpido, ¿Por qué estaba haciéndolo? ¿Qué me estaba pasando?, iba alejarme había apartado mi mano cuando me la sostuvieron evitando que avanzara.


- ¡Ahhh! - Grite pues me había asustado, mi gemelo me había tomado de la mano impidiendo que avanzara ¿Qué no se supone que estaba dormido? - Tom..


- Ósea que no solo me espías mientras me baño, sino que también me manoseas mientras duermo -Dijo con una sonrisa de medio lado y un tono arrogante.


- Claro que no es solo..que- No sabía qué rayos decir, sentía como mi respiración comenzaba hacerse acelerada gracias a los nervios que me estaban dando- No es lo que tú piensas.


Estaba completamente nervioso y la culpa la tenía mi hermano por haber fingido estar dormido mientras yo lo acariciaba, pero aquí el único tarado era yo por haberlo hecho, ¿en qué rayos había estado pensando?. De repente sentí un jalón tan fuerte que hizo que cayera a algo blando, si mi gemelo me había dado el maldito jalón haciendo que cayera en la cama y segundos después el se pusiera sobre mí.


- Tom quítate por favor, ¿Qué quieres ahora?.


- No, no es lo que quiera yo, sino lo que tu quieras- Respondió tomando mis muñecas con una de sus manos poniéndolas sobre mi cabeza.


- ¿Lo que yo quiero?- Cuestione alzando una ceja, no entendía lo que quiera decir- Bueno si es lo que yo quiera quítate, quiero irme a mi habitación.


- No, tú no quieres irte a tu habitación Billy. Tú quieres hacer otra cosa.


Yo miraba atentamente a mi gemelo, estaba posicionado enfrente de mí, atrapando mis manos sin dejar que las pudiera mover, ¿Qué quería él? Era la estúpida pregunta, yo no quería nada o más bien si, salir del puto cuarto y esconderme en el mío. Mire como en el rostro de mi gemelo se formaba una sonrisa, pero no cualquier sonrisa sino una sonrisa maliciosa. Lo miraba atentamente, ahora me daba cuenta de que había sido un error el haber entrado.


- Yo sé lo que tú quieres Billy, lo que deseas lo que quieres que haga -¿Qué quería decir con eso?.


- Si ya te lo dije, quiero que te me dejes ir a mi cuarto.


- No, eso no es lo que quieres. ¿Por qué mejor no me dices de una vez que quieres besarme, sentirme?.


- ¡¿Qué?! ¡¿Qué estás diciendo?! -Dije sorprendido por lo que acaba de decirme.


- No te hagas el estúpido Billy, sé muy bien que no has dejado de pensar en el beso que te di- Respondió.


Yo sentí como mi cuerpo se tensaba, por lo que estaba diciendo y por lo que estaba haciendo, su mano libre se había metido por debajo de mi camisa tocando mi fría piel con la suya que estaba caliente. Su mano acariciaba el costado izquierdo de mi cintura, desde arriba hasta donde llegaba el borde de mi pantalón.


- Tom..quit..quita tu mano de adentro de mi camisa-Le dije con voz temblorosa, ¿Qué estaba haciendo?.


- Y si no quiero ¿Qué vas hacer?, ¿Para qué quieres que la quite si estoy seguro de que te gusta?.


Yo no respondí solo me le quede mirando, su mano acariciaba toda la piel que podía, subía y bajaba de una forma tan lenta, acariciando con la punta de sus dedos. Yo cerré mis ojos, quería que se quitara de encima de mí, pero no podía negar que..me estaba..gustando que me acariciara así.


- Ya no dices nada ¿verdad?, te gusta sentir mi mano tocando tu piel- Decía bajando su rostro poco a poco, mientras yo abrí los ojos como plato- ¿Sabes que es lo otro que quieres?.


- Tom..no.


- Ayer en la noche no me dejaste terminar Billy, yo había querido regresar temprano, había fingido estar borracho para regresar contigo- Contó- Pero tú lo arruinaste al pegarme.


- ¿Qué fregados quería que hiciera? Me estabas besando ¡Por dios! Un hermano no besa a su otro hermano.


- ¿Por qué no?- Pregunto como si nada mientras bajaba mas su rostro hasta pegar su frente con la mía.


- ¿Qué porque no? Porque no, eso no se debe hacer entre hermanos, es de enfermos ¿Cómo puedes besar a tu hermano?- Le respondí- Ahora quítate de encima de mí que quiero irme a mi habitación.


Y no lo hizo, mi gemelo no se quito de encima sino al contrario se acomodo mejor sobre mí. Saco su mano debajo de mi playera la dirigió a mi rostro tomándome de la barbilla. Me miraba directamente a los ojos aun con la sonrisa esa que no se le quitaba.


- Y ¿Qué pasa cuando uno de los hermanos quiere hacerlo, quiere besar al otro?- Cuestiono- ¿Qué pasa cuando a uno de los hermanos le llama la atención el otro y sabe que es correspondido?.


- ¿Qué?, no eso no puede pasar.


- Pues a mí me está pasando Billy, a mi me gusta mi hermano me llama demasiado la atención y sé que yo también a él - No, no estaba loco, sabia a que se refería y no. A mí no me gusta mi hermano- O ¿me lo vas a negar?.


- Claro que te lo voy a negar porque no es verdad, tu no me llamas la atención a mí, es más te odio ¿Qué no lo recuerdas? No te quiero cerca de mi quiero que te alejes- Comencé a decirle mientras me movía debajo de el intentando quitármelo de encima- ¡Así que suéltame!


Tom volvió a sonreír y después de eso se lanzo contra mí, contra mis labios atrapándolos le importo muy poco lo que le dije, lo tenia de nuevo besándome yo tratando de quitarlo pero no podía, mis manos las tenia agarradas y todo su peso sobre mí. Sentía como abría y cerraba sus labios sobre los míos, yo al principio no hacía nada, no le correspondía pero todo cambio cuando sentí como algo dentro de mí comenzaba a encenderse, estaba besándome y no solo eso, estaba acariciando por arriba de mis pantalones mi entrepierna.


- Hhmm- Se escapo un gemido de mi garganta debió al agarre que estaba haciendo. Me estaba acariciando por arriba suavemente.


¿Qué hacia? ¿Porque lo hacía? No entendía, no podía ser verdad lo que había dicho que yo le gustaba porque soy su hermano. Sentí como mi cabeza dejaba de razonar y sensaciones de gozo comenzaban a invadirme, ya no pensé mas, no razone y solo pude..dejarme llevar. Comencé a corresponder al beso que mi gemelo me estaba dando, abrí mis labios dándole paso a su lengua la cual entro ferozmente, explorando toda mi boca. Abríamos y cerrábamos la boca al compás, como si estuviéramos coordinados. Sus manos soltaron mis muñecas dejándolas libres una vez que me soltó, dirigió sus manos a los costados de mi cintura apretándome contra él, yo por reflejo pase mis manos por detrás de su cuello acercando mas su rostro si era posible, sentía como nuestras lenguas peleaban para ver quién iba dominar. De un momento a otro se separo de mi mirándome a los ojos, sentía como mi respiración era entrecortada gracias a que ese beso me había quitado el aire.


- Ahora si no puedes negar que quería que te besara - Sonrío yo solo sentí como mis mejillas comenzaban a enrojecer- Querías que te besara y te tocara y sabes ¿Por qué?.


Yo no pronunciaba ninguna palabra me sentía nervioso, avergonzado me había gustado demasiado el beso que me había dado, me había gustado demasiado como me había acariciado, la pregunta era ¿Por qué? Es mi hermano y se supone que no debe pasar esto, y por más que lo pensé mientras me besaba termino de dejar de importarme y le correspondí porque quería hacerlo.


- Querías que te besara, que te tocara porque te gusto.

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