lunes, 13 de septiembre de 2010

THAT BOY IS A MONSTER-.Capítulo XVIII.

Capitulo XVIII.

Las palabras escritas en cursiva son recuerdos, flashback.

Las palabras en negrita & cursiva son llamadas de telefono, sueños, etc.
Las palabras en cursiva & con * es la conciencia de Bill.




Está bien, me doy cuenta de que no estoy soñando ni me estoy volviendo loco, aunque la segunda no la puedo asegurar muy bien, pero es verdad ¿Por qué no quiero? ¿Por qué me niego a querer que Tom haga eso? ¿Por qué me dolió tanto el que me dijera que no soy nadie?


*Respóndete, tu sabes perfectamente cuál es la respuesta*


—Yo no..yo no quiero que busque a otra persona, a otro ''juguete'' ni que se divierta con alguien más porque..porque me gusta —Me respondí.


*¿Por qué te dolieron tanto sus palabras Bill?*


—Porque..porque me gusta y porque..


*Vamos Bill, tu sabes perfectamente porque te dolieron esas palabras, sabes perfectamente la respuesta mas no quieres decirla*


Eso de estarme viendo a mí mismo y escuchándome hablar no me gustaba para nada, pero ¿Qué puedo hacer? Trate ya de levantarme pensando que era un sueño pero no, estaba despierto y mirándome a mí mismo.


*Respóndete Bill, respóndete *


— ¿Que me responda a qué?—Me pregunte a mi mismo haciéndome el tonto, ya sabía a qué se refería.


*Te estás haciendo el estúpido Bill, tú sabes perfectamente que te dolieron todas esas cosas que te dijo Tom porque lo quieres, y no nada más lo quieres*


—Yo, es que..—Era verdad yo sabía perfectamente la respuesta y no quería decirla, no podía creerla. Mire a mi ''conciencia'' sentarse en la orilla de la cama de verdad era muy raro mirarme a mí mismo. —Es verdad no nada más me gusta.


*Eso ya lo sé perfectamente, pero respóndete sabes que no nada más te gusta si no que también..*


— Es que..no puede ser..— Me decía de nuevo. —Se que no nada más me gusta sino que yo lo quiero y no nada más eso, lo..


*¡Por dios Bill! Lo amas, amas a Tom estas enamorado de él, por eso lo que te dijo te dolió tanto, por eso no quieres que busque a otra persona, porque lo amas—Dijo enfatizando el ''lo amas''.


— Pero es que yo no puedo amar a Tom, es mi hermano gemelo—Le informe como si no supiera que lo era, obvio que lo sabia es mi conciencia ¿no?. —Yo no puedo estar enamorado de él, está bien acepto que lo quiero pero… simplemente no puedo amarlo.


*De nada te sirve hacerte el estúpido tú mismo Bill— Ese comentario no me había agradado mucho. Me recargue en la puerta de espaldas. —Tú sabes perfectamente que estoy diciendo la verdad.*


— Si, yo se que estás diciendo la verdad—Termine por aceptar. Tenía razón, me estaba mintiendo a mi mismo porque yo en verdad estoy enamorado de Tom. —Pero.. ¿Cómo paso? ¿Cómo me enamore de el? ¡Por dios! Es mi hermano gemelo.


*Es lo que yo no comprendo, no entiendo cómo te enamoraste de él. ¿Qué acaso no te has dado cuenta de cómo quiere controlarte? Es una estupidez eso del juego—Ahora mi ''conciencia'' hablaba con voz más firme y fuerte. —Es una estupidez eso de que quiera que seas su juguete, es una estupidez que ustedes dos se acuesten siendo hermanos.*


— Pero yo no lo miro como mi hermano—Respondí ante lo que había dicho. —Para mí, Tom no es mi hermano y creo que lo sabes si eres mi conciencia ¿no?— Y con eso ultimo que dije me di cuenta de que me estaba contradiciendo a lo primero que había dicho de que era mi hermano gemelo.


*Esa no es excusa Bill para que acuestes con él y lo ames—Me reprocho. —Aunque tú no lo mires como tu hermano lo es. Es tu hermano y llevan la misma sangre.*


— Pues si me soy sincero a mi mismo no me importa, me gusta que me bese, me gusta que me toque, me gusta que este conmigo, el me gusta y lo quiero—Dije seguro de mis palabras y en voz alta. —Yo no quiero que él se aleje de mí, no quiero que busque a otra persona yo quiero ser su juguete y estar en su juego porque lo amo—Listo, lo había dicho ya lo había aceptado.

*Eso está mal Bill, tú no puedes amar a tu hermano gemelo eso no puede pasar eso es.. es de enfermos tu estas mal.*


— Pues ya te dije que no me importa mucho, yo no lo miro como mi hermano así que no le veo problema. Además, ¿Qué no me habías preguntado porque me habían dolido sus palabras? ¿Por qué no quería verlo con otra persona?—Pregunte. —Pues ya di la respuesta, ya la oíste ¿Qué no eso era lo que querías?


*¡Claro que no! ¿Cómo querer escuchar que estas enamorado de tu hermano? No lo entiendo, no entiendo porque dices eso, ¿Por qué piensas que lo amas?—Pregunto. Ahora hablaba como en tono desesperado y me miraba enojado. —Se fue ¿Qué no? Nos abandono, tú miles de veces le gritaste que querías que se largara de la casa, que no lo querías, dijiste que jamás te enamorarías de él. Cuando el te dijo que eso pasaría tu mismo te dijiste que no y ¿ahora? resulta que si estas enamorado de el.*


Me estaba recordando todo lo que yo había dicho y lo que había pasado. Era verdad todo lo que decía pero aun así, yo estoy cien por ciento seguro de que me gusta Tom y que no nada más me gusta ¿Cómo paso? ¿Por qué? no lo sé, esas son preguntas a las que no les encuentro respuestas. La única respuesta concreta y certera que tengo es que lo quiero conmigo y que lo amo.


*Estas completamente seguro de la estupidez que estás diciendo ¿veradad?, es tu hermano Bill, no puedes estar enamorado de él, ni siquiera entiendo cómo te enamoraste.*


— Si, tal vez sea una estupidez y este loco porque yo tampoco tengo esa de cómo me enamore de él pero, no me importa se que lo amo y que me gusta—Respondí seguro de mis palabras.— Pero sé que eso es lo que me pasa.


*Estas mal Bill, muy mal.*


— Bueno no me importa demasiado si estoy mal o no, siempre lo he estado. Primero, cuando mi papa se fue dejándonos, segundo cuando nuestra madre también nos dejo y tercero, cuando Tom me abandono. Desde hace mucho que yo he estado mal.


*Pero ahora te estás pasando demasiado, no te das cuenta en lo que estas metido o más bien en lo que te quieres meter—Ese último comentario había sonado mas como una advertencia.*


— Pues creo que ya estoy demasiado grandecito como para saber en que me meto y en que no. Yo no quiero que Tom se vuelva alejar de mí, no lo quiero ver con alguien más y si es necesario ser su juguete y estar en su juego lo hare. Quiero estar con el porqué lo quiero—Dije decidido.


*Créeme que se que vas a terminar mal Bill, tienes que hacerme caso. Eso de querer seguirle el juego a tu hermano gemelo, en pocas palabras a Tom está mal no tienes que hacerlo.*


— Siéndote sincero no me importa lo que tu digas, yo voy hacer lo que yo quiera.


*¡Soy tu puta conciencia y estoy tratando de que entres en razón!—Me grito. — Piensa tantito, te puedes meter en algo de lo que tal vez jamás puedas lograr salir.*


— No creo que tengas razón en eso, además ya te dije que soy lo bastante grandecito como para tomar mis propias decisiones. Yo sé lo que hago y lo que no, además ¿Qué puede pasarme si le digo lo que siento? ¿Qué puede pasarme si de una vez admito frente a él que lo quiero conmigo?—Pregunte. Estaba decidido, ya lo había aceptado ahora solo faltaba decírselo a Tom. —Le voy a decir lo que pienso y siento.


*Pues déjame decirte que cometerás una estupidez Bill, no solo porque se lo dirás, sino porque cuando menos te des cuenta terminaras dañado de eso estoy seguro—Me dijo. Era como si mi ''conciencia'' supiera algo que yo no. —Piensa bien lo que tienes planeado hacer Bill, porque tal vez mas adelante puedas arrepentirte.*


— No creo que me arrepienta de confesarle mis sentimientos a Tom. Si, sé que no está bien visto por la gente que dos hermanos se enamoren y más si son del mismo sexo, porque es un pecado, es enfermo y no está bien pero no me importa yo no quiero que Tom vuelva abandonarme como a los dieciséis.


*Estas tomando una mala decisión—Volvió a decir. —Te vas a meter en el juego de un monstruo.*


— Pues no me importa si me meto en el juego de un monstruo o no, yo no quiero que Tom vuelva a dejarme.


Y después de haber dicho esto mi ''conciencia'' desapareció de enfrente de mí, ahora me encontraba de nuevo solo en la habitación de Tom. Había tenido una muy rara conversación conmigo mismo pero me había servido, gracias a esa platica conmigo mismo ahora sabia porque me dolieron tanto las palabras de Tom, ahora sabia porque cuando lo mire follando con aquella rubia me dolió tanto. Lo quiero y demasiado, no quiero volver a lo mismo de que él se largue y me vuelva a dejar, no quiero volver a sentir el mismo dolor.


— Quiero estar contigo Tom, y voy a estarlo—Dije saliendo de su habitación.


Me dirigí al living, Tom después de que me había dicho donde había estado se había salido de la casa. Eso para nada me gusto a mí, ahora solo me tocaba esperar a que llegara y solo esperaba que lo hiciera pronto porque ocupo hablar con él, ocupo decirle todo y saber que era lo que pensaba, tal vez llegaba a espantarse aunque no pensaba de verdad que eso llegara a pasar ¿Por qué? porque recuerdo lo que me había dicho.


Tu nene, te vas a enamorar de mi, vas a estar tan enamorado que no te va a importar que te mienta, dañe, engañe nada de eso te va a importar porque me vas amar por sobre todo.


Me senté en el sillón más grande y subí mis piernas pegándolas a mi pecho y abrazándolas. El recordar eso hizo que me sintiera..raro, no porque lo había recordado sino porque ahora sabia que en algo de esa oración Tom tenia la razón, yo ya estoy enamorado de él ¿Cómo me enamore? ¿Cómo paso? No lo sé, tal vez cuando hable con el pueda saber que hace que sienta esto por él.


Seguía en la misma posición en el sillón, esperando a que Tom llegara de una vez para poder hablar pero había algo que no me dejaba en paz. Sentía un cosquilleo y un poco de ardor en el costado de mi torso, me lleve la mano al lugar y me talle por encima de la camisa. Después de unos segundos de estarme rascando por encima de la camisa preste atención de donde era el lugar en el cual me estaba rascando y me sorprendí.


— La herida—Dije levantándome de golpe del sillón.


Me levante la camisa un poco y girando un poco la cabeza mire la cortada, estaba roja y comenzaba a salir un poco de sangre de nuevo, me daba demasiada comezón y sentía ardor. Me pase una mano por la herida no se miraba muy bien, creo que para nada bien. Aparte de que me ardía un poco y me daba mucha comezón se miraba demasiado roja. Decidí quitarme la camisa por completo y dirigirme al baño para mirarme mejor, necesitaba mirar porque la herida estaba así, no quería tener la mala noticia de que se me había infectado si me la había limpiado bien. Entre al baño y me mire, si la herida no estaba muy bien estaba demasiado roja y definitivamente comenzaba a salir sangre de nuevo.


— ¡Maldición!—Dije enojado al ver eso. —¿Por qué fregados se puso así?


Saque el botiquín de un cajón que había bajo el lavamanos y busque alcohol y un algodón. Me volvería a limpiar la herida y me pondría una venda para me hiciera presión y no me saliera más sangre. En unos cuantos minutos ya lo había hecho, volví a guardar todo y me puse la camisa de nuevo. Ahora nada me iba a sacar de la mente lo que tenía que hacer y decir, necesitaba que Tom llegara ya y aclarar todo de una vez. Volví al living y me senté en el sillón de nuevo pero estaba vez encendiendo la televisión para ver por lo menos algo mientras esperaba a que el llegara. Comenzaron a pasar los minutos y las horas y no había rastro de Tom.


— Tienes que llegar ya, llega de una vez por favor—Pedí mientras miraba hacia la puerta del living.


Pero me quede como un estúpido esperando, mire el reloj que había colgado en la pared y note que eran las tres de la mañana ya no va a llegar eso me quedaba claro. Me levante del sillón y apague el televisor, el ver que era ya tarde y el no volvía hizo que me sintiera fatal, con eso solo podía pensar que estaba con alguien. ¿Qué tal si estaba divirtiéndose? ¿Qué tal si estaba con su ''nuevo'' juguete?, el preguntarme eso me hizo poner a un mas mal, me dirigí a mi habitación me quite la ropa que llevaba puesta y me puse ropa cómoda para dormir. Me recosté en la cama mirando hacia el techo.


— Tranquilo Bill, no tienes porque pensar en eso— Me dije mientras me tapaba con las sabanas. —El no va haber encontrado un nuevo juguete ¿Por qué? porque tú vas a ser su único y buen juguete.


                                                                          …….


A la mañana siguiente cuando me levante lo primero que hice fue mirar el reloj y me moleste al ver la hora que era.


— ¡Joder, Joder! —Dije enojado levantándome de la cama, era la una de la tarde. —Tengo que ver si está en la casa.


Aun con la pijama salí de mi habitación y al momento de hacerlo mire como Tom salía de su habitación. Se quedo unos segundos parado observándome, sonrío y comenzó a caminar por el pasillo, yo sin decir nada lo seguí necesitaba hablar cuanto antes con él. Se adentro en la cocina y yo le seguí.


— Tom necesito hablar contigo de algo muy importante.


— Por dios Bill, acabas de verme y ya quieres fregarme la mente con tus putas preguntas—Se quejo. —No empieces.


— No, no te voy a fregar con preguntas mías—Le aclare. —Lo que quiero es decirte algo demasiado importante para mí.


Le diría lo de mis sentimientos y no solo eso, sino que también le diría la hermosa visita que había tenido ayer por la tarde. Le diría quienes habían venido y porque, no podía dejar pasar eso y que en algún momento lo lastimaran, necesitaba avisarle para que estuviera mas al cuidado. Tom se giro, recargo su cuerpo contra el refrigerador y se me miro atentamente.


— Bueno, si no me vas agobiar con tus putas preguntas dime ¿Qué es eso que necesitas decirme?


— Bueno Tom lo que yo quiero decirte es.. —Me sentía nervioso, de un segundo a otro los nervios habían llegado a mi cuerpo. —Yo necesito decirte que.. —Bueno creo que iba a ser más difícil de lo que pensé.


— ¿Qué Bill? ¿Qué es eso que ocupas decirme? —Pregunto no de muy buen tono, yo solo baje la vista estaba muriéndome de los nervios. — Bueno si no vas a decírmelo mejor me voy, estas parado ahí como una estúpida estatua sin decir nada.


Se quito de enfrente del refrigerador y salió de la cocina encaminándose ahora al living.


— Tom por favor necesito hablar contigo, escúchame por lo menos— Le pedí siguiéndolo hasta el living.-Solo quiero que me escuches.


— ¿Qué quieres Bill? Ya déjame ¿no? Me estas colmando la paciencia, quiero que me dejes solo.


— Esta bien, te dejare solo pero hasta que te diga lo que quiero decirte— Le respondí, el solo suspiro y se sentó en el sillón. — Tom yo.. ¿Buscaste a otra persona con quien jugar?


— Pues la verdad hay muchas opciones- Respondió con una sonrisa. — ¿Por qué? ¿De eso quieres hablar conmigo?


Esa respuesta no me había gustado, lo decía como si nada. Ayer en la noche había tenido una muy rara conversación conmigo mismo, había sacado a flote todo lo que pienso y siento, había sacado todo lo que realmente quiero y deseo. Al principio ni yo mismo lo podía creer, no podía creerme que al final termine dándome cuenta de que en verdad yo quiero lo que voy a decir, de que en verdad me iba a pasar esto a mí. Al principio jamás imagine que esa iba a ser la respuesta a las preguntas que me había hecho ayer por la noche.


— Bill.. ¿De qué quieres hablar conmigo? Porque si nada más vas a estar ahí parado sin decir nada mejor vete.

— Tom yo quiero ser tu juguete, quiero seguir en tu juego. Quiero que vuelvas a decirme nene, que vuelvas a divertirte conmigo, quiero que el juego de divertirnos entre nosotros siga— Comencé a decir con voz firme y mirándolo a los ojos.— No quiero que termine, yo..quiero ser tuyo nada más.


Listo lo había soltado, lo había dicho ahora no había marcha atrás. De un golpe le había dicho todo lo que quería, de un golpe le había dicho lo que quería y deseaba. Baje la vista unos segundos después de haberlo dicho y volví a mirarlo, en su rostro había una sonrisa de lado y movía su piercing despacio con la punta de su lengua.


— Yo no quiero que tengas otro juguete, no quiero que lo busques—Los nervios iban desapareciendo a cada palabra que decía. — No necesitas buscar otro juguete, no necesitas buscar otra persona con quien divertirte.


— ¿Por qué dices que no necesito hacer eso? —Pregunto mientras se levantaba del sillón.


— Porque me tienes a mi Tom—Fue mi respuesta. — Estoy yo, yo quiero ser tu juguete y estar en tu juego, quiero que estés conmigo y que nada mas te diviertas conmigo.


Tom sonrío a un mas ante lo que yo le dije, saco sus manos de los bolsillos de su pantalón y a paso lento se acerco a mí. Su mirada era intensa y profunda, cada paso que daba lo daba seguro y mirándome a los ojos yo solo no me movía y observaba cada movimiento que este hacia. De un momento a otro sentí como mi espalda chocaba contra algo duro ¿Qué era? La pared, había llegado hasta la pared inconscientemente había caminado dando pasos hacia atrás.


— Y ¿Por qué yo debería aceptarte de nuevo como mi juguete? —Pregunto con una sonrisa mientras ponía cada brazo a lado de mi cabeza. — ¿Por qué debería darte ese privilegio de nuevo?


— Porque yo lo quiero—Respondí mirando sus labios. — Yo lo quiero y lo merezco.


El soltó una leve risilla y junto su cuerpo al mío, ahora sus manos estaban en mi cintura haciendo un poco de presión y eso hizo que me doliera la herida del costado se me había olvidado. Omití el pequeño dolor que comenzaba a darme, quería que me dijera que sí, que si iba a volver a ser su juguete.


— Pero que tal si yo ya no quiero que tú seas mi juguete ¿Qué pasaría si yo ya no lo quisiera? —Me pregunto y eso hizo que tragara saliva, no el no me podía decir que ya no quería que yo fuera su juguete. —Eh, dime ¿Qué pasaría?


— Yo te puedo demostrar que mejor juguete que yo no hay—Le dije mirándolo a los ojos al momento que pasaba mis manos por su cuello acercando nuestros rostros. —Puedo demostrarte que nadie puede divertirte más que yo.


El sonrío y termino por juntar nuestras frentes, sus manos apretaron mas el agarre de mi cintura y eso hizo que me doliera un poco más la herida.


— Aahh— Solté sin querer.


— Todavía no comienzas a demostrármelo y ya estas gimiendo—Se burlo y juntos nuestros labios escasos segundos.


No precisamente había sido un gemido de placer sino de dolor por le agarre, pero no quería que se apartara y me soltara, de alguna u otra manera le diría todo lo que yo quería decirle y el tendría que decir que sí, que de nuevo yo seria su juguete. Había separado nuestros labios pero yo los volví a juntar, atraje su cabeza hacia la mía y junte nuestros labios en un beso apasionado desde el comienzo, mi lengua se introdujo en su boca ya que dio el acceso y sentí como comenzaba una lucha por ver quien mandaría en el beso, sus manos fueron bajando poco a poco por mi cintura, mi cadera hasta situarse en mi culo apretujándolo.


— Quiero que me demuestres porque debería dejarte ser mi juguete de nuevo¬—Dijo separando sus labios de los míos. —Demuéstrame Bill, porque deberías ser mi nene de nuevo.


Lo mire a los ojos y sonreí. Antes que nada necesitaba decirle lo que pensaba que sentía, o más bien lo que sentía. Antes que todo necesitaba decirle que.. que lo quiero y que quiero estar con él. Quite mis manos de su cuello y las lleve hasta su pecho empujándolo un poco para que se separara unos cuantos centímetros, este levanto una ceja y me miro confundido.


— Antes de eso ocupo decirte lo más importante—Le dije ante su confusión.


— Pero ya lo dijiste ¿Qué no? Me acabas de decir que quieres seguir siendo mi juguete, mi nene que quieres seguir estando en mi juego¬—Dijo volviéndose acercar a mí. — ¿Qué hay más?


— Si, y es mucho más importante que eso—Baje la mirada. —Necesito decirte lo que yo..lo que yo siento..


Levante la mirada y note la cara de Tom de no comprender nada de lo que estaba diciéndole, se alejo de mí por completo dando unos cuantos pasos hacia atrás, ¡Joder! Creo que la había regado al separarlo de mí, tal vez el decirle mis sentimientos podía a ver esperado un poco.


— ¿Qué me vas a decir? ¿Qué es verdad que andas con Natalie de nuevo? —Pregunto en mal tono.


— No, ya te dije que eso no es verdad—Respondí. Mentira claro que era verdad, pero después de que me dijera que yo iba a ser su único juguete la terminaría de nuevo. —Lo que yo quiero decirte es que.. —Vamos Bill, tu puedes decírselo, ya dijiste lo que quieres ahora lo que sientes. — Yo..lo que pasa es que..me gustas Tom, me gustas mucho y te quiero.


— ¿Me quieres? —Pregunto alzando una ceja y sonriendo. — ¿Cómo que me quieres?


— Sabes..sabes perfectamente a lo que me refiero Tom—Le respondí agachando la mirada. —Entiendes perfectamente.


— No, no entiendo Bill—Dijo en tono bajo. —Quiero que me digas que significa eso.


Levante la mirada para encontrarme con que ya estaba de nuevo frente a mí, a solo escasos centímetros de mi cuerpo observándome atentamente. Era claro que entendía a lo que yo me estaba refiriendo con lo de decirle que lo quería.


— Quiero que me lo digas con todas sus palabras.


— Lo que quiero decir es que yo..yo te quiero Tom.. —Solté en voz baja. — Te quiero y me gustas.


— Sabes que eso no es todo—Su sonrisa se ensancho mas y sus manos se posicionaron de nuevo a lado de mi cabeza. — Sabes que hay más.


Eso me había espantado, pareciera que él sabía que yo quería decirle que estaba..enamorado de él. Junto de nuevo nuestros cuerpo y su frente a la mía, mirándome a los ojos su mirada profunda y sus labios a escasos centímetros de los míos.


— Yo…te quiero Tom pero no creo que nada mas sea eso.. —Mi voz comenzaba a sonar más baja. —Yo estoy..o creo que.. estoy enamorado de ti.


Hecho, hecho, hecho ya estaba hecho ya lo había dicho. Lo mire atentamente después de lo que le dije, este soltó una risilla me miro y sonrío ampliamente. Nos quedamos observándonos el uno al otro unos cuantos segundos, pensaba preguntarle que pensaba, que iba a decir pero eso se quito de mi mente al sentir los labios de mi gemelo sobre los míos, devorándolos como hace segundos habíamos estado. Yo gustosamente correspondí al beso y pase mis manos por su cuello juntándonos más. Ahora todos los nerviosos que había sentido ya no estaban en mi cuerpo, ahora mi cuerpo sentía el calor, sentía como comenzaba a brotar la excitación. Nos separamos cuando sentimos que nos faltaba el aire, pero eso no quiso decir que Tom dejo e besarme sino al contrario, comenzó a besar mi cuello.


— Ya..lo sabia nene—Dijo contra mi oído mientras lo mordía levemente. —Estaba seguro de que eso era lo que ibas a decirme.


— ¿Qué? ¿Cómo..como sabias que iba a decir eso? —Pregunte entrecortadamente, mi respiración comenzaba hacer acelerada.


— Ya te lo había dicho antes nene.. —Dio una leve mordida a mi cuello. — Te dije que te ibas a enamorar de mí, que ibas a hacerlo.


— Y..y ¿Qué piens..piensas? —No puede evitar preguntarle eso. Quería saberlo. —¿Qué..que piensas sobre lo que acabo de decirte?


Dejo de besar mi cuello, apretó el agarre de sus manos en mi cintura y se separo lo suficiente para verme a la cara, tenía esa sonrisa suya que nunca dejaba de mostrar, que a cada rato me era común mirarle. Me junto mas a él haciendo que mi espalda dejara de tocar la pared.


— ¿Qué sí que pienso? ¿Quieres saberlo? —Me pregunto, yo asentí. —Que esta prefecto nene, tú debes amarme, porque sino.. —Callo ya no dijo nada más.


— ¿Por qué si no que? —Pregunte con demasiada curiosidad.


— Porque si no me amas, este juego no tendría diversión —Respondió con una sonrisa mientras de un momento a otro me alzaba haciendo que yo tuviera que enredar mis piernas en su cintura. —Para que este juego sea divertido, es necesario que tú me ames.


— ¿Y si solo es una confusión mía? —Cuestione. Aunque no creía que fuera una confusión. —¿Qué pasaría?


— No te preocupes nene, no estás confundido. Tú me amas.


Sonrió y me alzo mas, yo apoye mis manos en sus hombros sosteniéndome un poco, el tampoco creía que era una confusión, el estaba seguro de que yo estoy enamorado de él y yo, yo también pienso lo mismo. Claro que primero, quiero saber ¿Por qué? ¿Por qué estoy enamorado de el? Y creo que esa respuesta la encontrare más adelante, o eso espero. Entonces de nuevo comencé a sentir dolor y comezón en la herida, me estaba comenzando a doler mas fuerte pero no iba a decir nada, no podía decir nada no quería separarme de él.


— Entonces ahora nene, demuéstrame porque eres el mejor juguete que puede haber—Dijo con una sonrisa mientras apretaba mi culo y se encaminaba al sillón grande.


Ante tantos pensamientos que había tenido y nervios no me había dado cuenta de que ya me decía nene de nuevo, ya no me decía Bill a secas sino que me decía nene. Sonreí ante eso, me gustaba que me dijera así y que volviera a decirme. Llegamos hasta la punta del sillón, me soltó y se dejo caer yo lo mire con una sonrisa y pocos segundos después me senté sobre él, posicionando mis piernas a los costados de las suyas. El llevo sus manos a mi cadera y yo apoye las mías en el respaldo del sillón, lleve mi rostro hasta su cuello, dando besos lentos y pequeñas mordidas, lleve mis labios hasta su oreja y hable.


— Si ya me dices nene, y quieres que te demuestre porque soy un buen juguete quiere decir que.. —Hice una pausa mientras le daba una leve mordida. —¿Vuelvo a estar en tu juego?


— Claro nene—Me respondió mientras metía sus manos dentro de mi camisa. —Mejor juguete que tu, no creo que haya.


Ese comentario hizo que se me formara una sonrisa amplia en el rostro, me había gustado oír que me dijera eso, y eso que todavía no comenzábamos con mi demostración de buen juguete. Comencé a besar de nuevo su cuello mientras él seguía acariciándome por debajo de la camisa pero de repente se detuvo y de un movimiento me levanto de encima de él.


— ¿Qué..que pasa? —Pregunte sorprendido por cómo me había levantado de golpe de encima de él.


— ¿Por qué traes una venda bajo la camisa? —Me pregunto mirándome serio. ¡Joder! se me había olvidado que ayer en la noche me había puesto una venda. —¡Respóndeme nene! ¿Por qué traes una venda?


Por un momento me quede parado sin decir nada, sorprendido porque se me había olvidado. Tom me miraba atentamente esperando una respuesta que yo tenía que darle, y claro que se la iba a dar, ¿Por qué? porque tenía que decirle quienes habían venido y para que, necesitaba informarle para que estuviera con más cuidado.


— Lo que pasa es que ayer en la tarde vinieron unos.. —No pude seguir hablando porque me interrumpió.


— ¡¿Quién te hizo eso?! —Pregunto alzando la voz. — ¡¿Quién te lastimo?! ¡Quítate esa venda ahora y déjame ver!.


— Yo..pero espera necesito decirte porque vinieron.. —Trate de decirle.


— ¡Que te quites la camisa, la venda y me dejes ver que te hicieron nene!-Me dijo de nuevo. Trague saliva e hice lo que me pidió, me quite la camisa seguido de la venda dejando ver mi torso y la herida que tenia. Tom se acerco a mí, levanto mi brazo y miro la herida pasando sus dedos por las orillas. — ¿Quién te hizo esto? Y ¿Por qué?


— Yo, es que ayer.. —Seguí sin poder explicar pues volvió a interrumpirme.


— Solo dime ¿Quién te lastima y porque nene? No te estoy pidiendo más.


— Fue Axel—Respondí no muy seguro. —El me lastimo, vino a la casa buscándote a ti acompañados de unos cuantos tipos más, nos peleamos y.. —Me interrumpió.


— ¿Vino a buscarme? —Me pregunto alzando una ceja. — Y ¿Para qué vino a buscarme ese estúpido? ¿Por qué se atrevió a pegarte?.


— Ya lo sabes Tom, el vino para dejarte un mensaje conmigo..el me comenzó a pegar para dejarte un mensaje..pero como ya te dije no venía a buscarme a mi sino a ti.


Mire como Tom comenzaba a caminar por todo el living con una mano en la frente diciendo un montón de maldiciones, de vez en cuando se detenía y miraba mi torso desnudo. Yo fije mi vista en la herida, estaba completamente roja de las orillas y me daba demasiada comezón y me ardía. Me lleve la mano y me toque con la yema de los dedos.


— Déjate la puta cortada que te la vas a infectar más de lo que ya está. —Me grito sentándose en el sillón donde habíamos estado. —No se mira muy bien así que tendremos que ir al puto hospital.


— No, yo no quiero ir al hospital—Dije rápidamente ante lo que había dicho. — No me gustan los hospitales aparte no es necesario se me va a quitar, me va a sanar rápido la herida.


Tom me miro con mala cara, estaba más que claro que esa herida estaba mal lo que me sorprendía era que no me había dado cuenta de cómo me la había hecho Axel ni en qué momento, y también me sorprendía demasiado que se hubiera infectado si yo me la había limpiado bien. Mi gemelo se volvió a levantar del sillón y se encamino a la puerta del living.


— ¿A dónde vas? —Le pregunte antes de que saliera. —¿Por qué te vas? ¿Qué no íbamos hacer algo?


Tom sonrió ante lo que le había dicho, no quería que se fuera se supone que ahorita estábamos concentrados en que yo le demostrara porque no ocupaba a nadie más que a mí. El camino de nuevo hacia donde yo estaba, puso sus manos en mi cadera acercándome a él haciendo que nuestras frentes se juntaran y nos miráramos a los ojos.


— Primero tengo unos asuntos que atender nene—Dijo con una sonrisa. —Pero no te preocupes, ahorita regreso y terminamos lo que estábamos por comenzar.


Me soltó y camino hasta salir del living haciendo que yo lo perdiera de vista. Suspire, a pesar de la estúpida molesta de ardor y comezón que sentía en la herida estaba feliz, si feliz porque Tom no había buscado a nadie para que estuviera con él, no me había sustituido y no había buscado a otra persona. Me senté en el sillón y tome la venda del piso y me la comencé a poner de nuevo para después seguir con la camisa, no me había gustado lo que había dicho de que ocupaba que fuéramos al hospital a mi no me gustan y mucho menos quiero ir a uno aparte no creo que la herida sea tan mala como para necesitar ir. Sentado en el sillón mirando hacia el techo con la cabeza recargada en el respaldo le tome importancia a lo que Tom me había dicho.


Primero tengo unos asuntos que atender nene, pero no te preocupes, ahorita regreso y terminamos lo que estábamos por comenzar.


Me levante del sillón y comencé a caminar rumbo a la habitación de mi gemelo, cuando llegue note que la puerta estaba abierta y que este estaba hablando por teléfono. Caminaba de un lado a otro con el celular en la oreja sosteniéndolo con la mano, estaba enojado se le notaba en la cara y apretaba la mano que tenia libre en un puño.


—¿Cómo que, que vamos hacer estúpido? Matarlo, ¿Crees que lo voy a dejar así como así después de lo que el pedazo de estúpido hizo? —Pregunto mi gemelo enojado en voz alta. —Claro que no Gastón, es un puto estúpido y si quiere matarme que lo intente…claro nos vemos en tres horas..si ahorita te marco y te digo donde es el lugar de punto…claro que estoy seguro nos vemos.. —Termino por decir.


Tom se giro mirándome a mi parado en la puerta, guardo el celular en el bolsillo de su pantalón y con un movimiento de mano me hizo saber que podía entrar a la habitación. Había escuchado perfectamente la conversación que había tenido por teléfono y si no me equivocaba creo que con Gastón estaba hablando de Axel, porque hubo una frase que me llamo demasiado la atención, es un puto estúpido y si quiere matarme que lo intente , eso me había dejado sorprendido y con nervios. Me acerque a Tom, este puso sus manos en mi cintura y me acerco a él haciendo que nuestros cuerpos se juntaran, yo puse mis manos en su pecho y junte mis labios con los de él, dándole un beso lento que el sin esperar lo volvió rápido y frenético, de nuevo sentía su lengua dentro de mi boca luchando con mi lengua, su piercing rozando mi labio inferior haciendo que me sintiera estúpido por el contacto, sus manos bajaron de mi cintura hasta mi culo apretándome contra su pelvis haciendo que sintiera el bulto que comenzaba a crecer.


— ¿Sientes lo que me provocas nene? ¿Lo sientes? —Pregunto contra mis labios.


Yo trague saliva, ¿Qué si lo sentía? Claro que lo sentía y me gustaba, sus manos aun en mi culo me volvieron a pegar contra él, yo pase mis manos por su cuello acercando mis labios a su cuello, comencé a dar leves besos, abriendo y cerrando mis labios contra su piel dando una que otra vez un mordisco leve.


— Eres mío..siempre vas a ser mío nene.. —Decía mientras besaba mi mejilla. —Tú siempre vas a ser mío.


— ¿Siempre? —Pregunte mirándolo a los ojos. —Es una palabra con mucha pesadez.


— Tienes mucha razón nene—Dijo al momento que me levantaba del suelo haciendo que enredara mis piernas en su cintura. — Siempre es una palabra que no debería usar contigo.


— ¿Por qué? —Le pregunte besándole el cuello mientras me encaminaba a la cama. —¿Por qué dices que conmigo no? —Eso me había desconcertado, primero dice que siempre seria suyo y ahora me decía que siempre era una palabra que no debe usar conmigo. —Dime.


Tom me soltó y yo desenrede mis piernas de la cintura de él, me quede parado frente a el hasta que me jalo de la cintura haciendo que cayéramos los dos a la cama, yo encima de el estirando completamente.


— Porque siempre es una palabra que si me pongo a pensar contigo no es bueno usarla—Dijo pasando sus manos por mi espalda hasta situarlas en lo ultimo de mi camisa alzándola lentamente. — Siempre es una palabra que contigo no tiene significado.


Yo abrí los ojos ante esa respuesta ¿Qué fregados estaba diciendo? ¿Qué esa palabra conmigo no tenía nada de significado? ¡Claro que tiene! ¡Claro que conmigo tiene mucho significado?!. Lo mire a los ojos, esos ojos penetrantes que cuando los miro la verdad no expresan demasiado, baje mi vista hasta sus labios los cuales tenía una sonrisa de medio lado. De un movimiento jalo mi camisa hacia arriba quitándomela de un jalón, dejando mi torso con la venda que me había vuelto a poner, note como este hizo mara cara al verla pero no me importo, ahorita no me importaba la maldita venda, la herida, que me ardiera o me diera comezón, nada de eso me importaba. ¿Por qué decía que conmigo no podía usar esa palabra? ¿Qué quería decir con eso? ¿No quería que siempre fuera suyo?, pero si yo si quiero ser suyo, quiero que este conmigo nada más.


*Estas consciente de lo que estás diciendo Bill- Oí que me dijeron, esa voz..esa es mi voz.. —Es una estupidez que tú quieras estar siempre con el.*


Busque con la mirada a quien había dicho eso y en una esquina, parado con los brazos cruzados me volví a mirar. De nuevo mi ''conciencia'' estaba frente a mi hablándome.


*Al parecer si se lo dijiste, si te confesaste. Eres un estúpido no debiste haberlo hecho, está mal no puedes estar con el de esta manera—Dijo mirándome con desagrado. —¡Es tu hermano!*


Yo no podía responder a lo que me estaba diciendo, si lo hacía quedaría como loco porque supongo que si hablo y Tom me escucha preguntaría con quien hablo y ¿Qué le diría yo? ¿Qué hablo conmigo mismo? ¿Con mi conciencia?, no claro que no. Entonces salí de mi trance gracias a mi gemelo quien se había apoderado de nuevo de mis labios besándolos bruscamente. Sin pensar mas y sin poner atención a eso que me había dicho mi ''conciencia'' respondí al beso, quería sentir a Tom, quería saber que estaba conmigo nada mas, que nadie más que yo lo haría divertirse al máximo, que nadie más que yo sería quien lo hiciera divertir a más no poder. Correspondí a su beso comenzando acariciar su pecho bien formado por encima de la tela con mis manos, pasando por todo su torso hasta llegar a lo último de su camisa, la levante de un jalón y con ayuda de el levantando sus manos se la saque dejándolo desnudo del torso.


— Esta..estúpida venda no me gusta—Dijo comenzando a desabrocharla. —No me deja ver tu hermoso cuerpo.


Yo trague saliva ante ese comentario, la herida me dolía, más que antes pero no iba a decir, no iba a hablar quiero estar con él y una estúpida herida no me lo va arruinar. Deje que me quitara la venda aventándola a un lado y quedando desnudo del torso al igual que él, se inclino un poco y atrapo uno de mis pezones entre sus labios, yo suspire al sentir eso y pose mis manos en sus hombros. Ahora ya no se encontraba recostado de cuerpo completo sobre la cama, sino que se encontraba sentado con migo encima abrazando con mis piernas su cadera haciendo presión entre mi culo y su entrepierna. Sus manos estaban situadas en mi espalda acariciando lentamente mientras sus labios devoraban mi cuello, mordiéndolo y succionándolo, mis manos acariciaban las trenzas jalando su cabeza hacia atrás cada que mordía fuerte haciéndome soltar un quejido. Sus manos bajaron hasta mi cadera moviéndome de enfrente adelante simulando movimientos de embestidas, sentía un gran bulto ya bajo mi culo. Dejo mi cuello y volvió a mis labios besándolos lentamente, probando cada rincón, acelerando el ritmo y disminuyéndolo cada que quería. Mis manos comenzaron a bajar acariciando sus pectorales, bajando lentamente por su abdomen hasta situarse en el cinturón que llevaba con una poco de dificultad lo desabroche y le seguí con el botón.


— Hazlo—Me dijo mirándome a los ojos. —Quítamelos y hazlo.


Rápidamente entendía a lo que se refería no era muy difícil adivinarlo y darse cuenta, solté el agarre de mis piernas en su cadera y este se dejo caer a la cama de cuerpo completo. Yo me puse de rodillas bajando lentamente por encima de sus piernas, le termine por desabrochar el pantalón y se lo baje poco a poco, tenía la intención de quitárselo todo pero no lo hice ya que este negó con la cabeza se lo baje solo hasta los tobillos junto con el bóxer gris que llevaba. Su miembro estaba completamente despierto, me le quede mirando unos segundos y fije la vista en Tom quien solo sonrió de lado.


Lo tome con una mano y comencé a moverla lentamente, oí como ante el contacto de mi mano Tom suspiro cerrando los ojos, había comenzado con movimientos despacio pero poco a poco fui aumentando la velocidad sintiendo como ante eso la erección de mi gemelo crecía mas. Estuve masturbándolo por unos minutos mirando las caras que hacía, las caras que mis caricias le provocaban.


— Hazlo de una.. una puta vez—Dijo abriendo los ojos al momento que fijaba su vista en mi. —Quiero que te la tragues toda.


— Pero es que todavía no…—Me interrumpió.


— ¡Hazlo de una puta vez!


Ante esa petición o más bien ante esa orden comencé a bajar mi rostro poco a poco hasta hacer llegar mis labios a la punta de su miembro, dando un pequeño beso, saque la punta de mi lengua y le di un pequeño lametón oyendo como mi gemelo suspiraba. Eso de alguna manera provoco que se me dibujara una sonrisa en los labios, yo le demostraría que alguien mejor que yo no había. Acerque su miembro de nuevo a mi boca dándole una lamida desde la punta hasta el principio de sus testículos para después introducirlo casi todo en mi boca. ¿Por qué digo casi todo? Porque todo el miembro de mi gemelo no me cabe en la boca, si me lo meto todo estoy seguro de que me ahogo. Comencé a meterlo y sacarlo en un ritmo lento, disfrutando de toda su longitud, lamiéndolo por completo y de vez en cuando haciendo sentir el piercing de mi lengua.


- Hhhmmm..umm.. —Gimió ronco. — Estúpida bola metálica.


Y después de eso sentí como una de sus manos se posaba sobre mi cabeza enredando sus dedos en mi cabello comenzando a moverme, indicándome a qué ritmo quería que metiera y sacara su miembro de mi boca. Seguí así, lamiendo y chupando el miembro de mi gemelo hasta que me separo de el de un jalón de cabello. Levante la vista y sentí sus manos posarse en mis hombros empujándome hacia a un lado haciendo que ahora yo quedara completamente recostado, este se posiciono encima de mis piernas y de un jalón me quito los pantalones de mi pijama junto con el bóxer negro que llevaba.


— Quiero sentirme dentro de ti—Dijo abriendo mis piernas posicionándose entre ellas.


— Y yo quiero sentirte dentro de mi—Dije con una sonrisa y mirándolo a los ojos.


Había sido fácil para el quitarme la ropa ya que me había levantado en pijama y así había hablado con él, yo estaba completamente desnudo mientras este solo estaba sin camisa y con los pantalones y su bóxer hasta los tobillos. Tomo su miembro entre sus manos y lo acerco a mi entrada haciendo presión pero sin meterlo, sonreía mientras yo ponía mis manos en sus hombros. Siguió así, tanteando la entrada un rato hasta que yo le hable.


— Hazlo..entra quiero sentirte—Le solté mirando que no entraba, que solo acercaba su miembro y tanteaba.


Pensé que después de que le dijera eso entraría pero no, solo sonreía mirándome atentamente. Yo quería sentirlo, quería que entrara en mi, quería saber que de nuevo volvía a ser su nene, que de nuevo estaba en su juego. Entonces sin pensarlo dos veces lleve mi mano hasta su miembro y lo introduje yo mismo en mi.


— Haaa.. —Gemí sintiendo como yo mismo me penetraba. — Hhhmmm.


— Perfecto nene.. —Dijo mi gemelo mientras ponía sus manos en mi cintura. — Te estabas tardando en hacerlo.


Lo mire a los ojos sorprendido, ¿El había estado esperando a que yo mismo me penetrara?, pero no me pude responder ya que sentí como comenzaba a moverse, se movía lento saliendo por completo y volviendo a entrar, yo puse de nuevo mi mano sobre el hombro de el apretando levemente mis uñas contra su piel. Se movía despacio, demasiado despacio y salía por completo.


— ¡Dios! Sigues siendo..demasiado estrecho—Dijo en un jadeo mientras volvía a penetrarme. —Eres jodidamente estrecho.


— ¿No..no te gusta? —Me atreví a preguntar cerrando los ojos.


— Me encanta..—Respondió el penetrándome con fuerza a la vez que aumentaba la velocidad.


Ahora las embestidas eran mas rápidas y fuertes que con las que había empezado, sentía como mi cuerpo subía y bajaba rápido y como mi respiracion era entrecortada, mis uñas encajándose en los hombros de mi gemelo. Enfrente atrás, enfrente atrás, así eran los movimientos que estaba haciendo, yo tenía mis piernas enredadas en su cintura levantando de vez en cuando mi cadera para que profundizara la embestida, me sentía tan bien, se sentía tan bien.


— Haaa…si..si.. —Gemía sin poder controlarme. Me gustaba sentir a Tom así, dentro de mí, me encantaba era una sensación que me gustaba demasiado. —Si..mas..haaa.


— ¿Quier..quieres mas nene? —Pregunto entrecortadamente mientras me embestía con más fuerza y apretaba más su agarre a mi cintura. —¿Te gusta?


— Si..si quiero..quiero mas..y me..me encantaaaa.. —Respondí apretando los ojos.


Tom se movía mas rápido a cada segundo, profundizaba cada vez más las embestidas sentía como entraba por completo en mi, sentía todo su miembro dentro de mí, pero no era solo eso, sino que también sentía como mi miembro comenzaba a pedir atención, me dolía demasiado. Baje mi mano derecha hasta mi parte baja y la tome comenzando a moverla de arriba abajo fuertemente, mi mente estaba volando, mi cuerpo estaba inundándose de placer, placer que mi gemelo me estaba dando.


— Haa..To…Tom..mas..mas..quiero mas.. —Gemía como loco, de nuevo estaba sintiendo como se sentía estar con él, y pensar que por unos momentos pensé que ya no seria así cuando dijo que ya no me quería en su juego.


— ¿Quieres..mas? Pues entonces hazlo..hazlo tu.. —Dijo girando haciendo que yo quedara sobre él, sentado sobre su miembro. —¿Qué no ibas a demostrarme..porque eres mejor que todos?


— Claro..que si..te lo demostrare.. —Dije con una sonrisa comenzando a dar pequeños sentones sobre él.


En esta posición sentía como entraba más profundo, como todo su miembro se adentraba en mí. Cabalgaba sobre el de una manera rápida y fuerte, mis manos apoyadas en su pecho ayudándome a dar más fuerza y apoyo. Mi cabeza echada hacia atrás y la de mi gemelo completamente recostada en el colchón con los ojos cerrados y sus manos en mi cadera ayudándome a cabalgarlo. Entonces comencé a sentir más placer, su mano se movía de arriba abajo sobre mi miembro, y su cadera subía y bajaba haciendo que mi nalgas chocaran mas fuerte con su pelvis.


— Haaaa..To..Tom..si.aah..diosss.. —Gemía al sentir como se movía contra mí y al sentir como yo me movía contra él. —Haaa..si..si..mas..ohhh.


*Eres un estúpido Bill, estas cometiendo el peor error de tu vida— De nuevo esa voz estaba hablándome, decidí no abrir los ojos y seguir en lo que estaba. — Estas cometiendo el más grave error de tu vida y el peor pecado.*


No me importa, no me importa que sea un pecado, no me importa que sea un error, solo me importa estar con el porqué lo quiero, lo quiero demasiado. Decía moviéndome más rápido sobre él.


*Te vas arrepentir de esto Bill y no solo eso, date cuenta si sigues así vas a terminar muy mal. Tom va hacer que termines muy mal.*


No, sigo con lo mismo no me importa, no me importa nada, solo me importa estar con él y que el este conmigo, solo me importa que él quiera estar conmigo y con nadie más. Y no es verdad, el no va a hacer que yo termine mal porque no lo haría, el jamás me haría daño estoy seguro ¿verdad?, ¿el jamás me dañaría?. No, claro que el jamás sería capaz de dañarme. Una vez ya lo hizo si, una vez se fue y me daño pero ya no, ya no lo volvería hacer. Ignorando lo que mi ''conciencia'' me decía termine por correrme llenando parte del abdomen de mi gemelo y parte del mío, para que pocos segundos después sintiera un espeso liquido dentro de mí.


— Definitivamente eres..eres mejor que la putilla de tu novia—Dijo jadeante mientras dejaba caer sus brazos a los costados.


— ¿Mejor que quien? —Le pregunte pues no estaba seguro si había escuchado bien.


Tom no me respondió y solo me tomo de nuevo de la cintura haciendo que cayera a la cama quedando alado de él, mi respiración era rápida y mi pecho subía y bajaba sin contar que todo mi cuerpo estaba sudado y que la herida me dolía más gracias a eso. Tom me acerco a él pasando una mano por mi cintura hasta llegar a su espalda, olvidando el comentario que había hecho cuando terminamos de estar juntos pensé en lo que había dicho de 'siempre serás mío'', eso no dejaba mi cabeza. Lo mire a los ojos mientras él hacía lo mismo sonriéndome. ¿Quería ser de el? Si, ¿Quería que él fuera mío? Si, ¿Lo quiero? Si, ¿Estoy enamorado de el? Sí, estoy enamorado de él. Ahora todas esas preguntas ya tienen respuesta, la única que sigue de incógnita es, ¿Cómo me enamore de él y porque?


— Tom.. —Dije en voz baja.


— ¿Hum? —Respondió.


— ¿Cómo empezamos este juego? —Le pregunte. —¿Cómo empezó? O más bien, ¿Cómo lo empezaste conmigo?


— ¿Cómo se empieza un buen juego nene? —Me pregunto mientras acariciaba mi espalda.


— Pues..no lo sé.


— Primero nene escoges a los que van a participar en el juego, luego dices las reglas—Comenzó a explicarme mientras seguía acariciándome con la yema de sus dedos la espalda. —Luego lo comienzas a jugar y cuando el juego te aburre o se acaba lo dejas.

— Y ¿Este juego en el que estoy metido contigo se va acabar? —Pregunte mirándolo a los ojos.


— Dejémoslo al destino nene—Dijo con una media sonrisa antes de comenzar a besarme.


— ¿Quieres que te sea sincero? —Le pregunte y este solo me miro atentamente. —No..no me gustaría que este juego acabe.


— ¿Por qué?


— Porque..porque quiero jugar contigo siempre—Respondí sintiendo mis mejillas arder. — Te quiero Tom, y quiero que estés conmigo.


Tom sonrió ante lo que le dije, su sonrisa de medio lado mientras jugaba con el piercing de su labio moviéndolo provocadoramente yo sonreí ante eso. Listo, le había dicho que lo quería después de follar, ahora sí creo que queda demasiado claro que de verdad lo quiero, que de verdad quiero que este conmigo y que quiero estar con él.


— Sabes nene.. —Dijo mientras me acariciaba el brazo. — Este juego es más fácil de lo que pensé, apenas va comenzando y el monstruo ósea yo, ya lleva tres punto a su favor mientras que tu llevas cero.


— ¿Cero? —Pregunte sin entender. La verdad es que no era la primera vez que Tom me decía que llevaba un punto a su favor, ya lo había hecho anteriormente y yo no entendía a que se refería con eso. —¿Qué quieres decir con que tu llevas tres puntos a tu favor?


— Que yo llevo la delantera en este juego.


— Y ¿Cómo lo sabes? ¿Cómo sabes que yo llevo cero? —Pregunte agarrándole la onda.


— Porque yo ya he hecho tres cosas en las cuales he ganado, mientras que tu.. —Hizo una pausa. —No has hecho nada.


Después de eso creo que comprendí un poco a lo que se refería, quería decir entonces que el ya había hecho tres cosas en las cuales había salido victorioso y yo no, pero que yo sepa llevo un punto a mi favor ¿no? He vuelvo a ser el nene de él, he ganado que vuelva a decirme nene y volver a su juego. Eso quiere decir, a mi entender que yo también he ganado un punto ¿no?.


— Si ese es el caso, yo llevo entonces un punto.


— Claro que no nene, tu no llevas ningún punto a tu favor—Respondió con una sonrisa socarrona. —Vas a perder.


— Claro que llevo un punto a mi…—Deje de hablar pues sentí un dolor en la herida, trague saliva y cerré los ojos por unos cuantos segundos. — Yo llevo un punto porque..porque he logrado volver a estar en tu juego, he logrado que me vuelvas a decir nene.


— Jajajajaja— Comenzó a reírse. — Eso no cuenta nene, porque sabes perfectamente que nadie más podría jugar conmigo porque tú eres al único que le permitiría estar en el fabuloso juego del ''monstruo''.


— ¿Por qué nadie más podría..jugar este juego contigo? —Pregunte. Lo que había dicho me había gustado, que a nadie más le permitiría jugar con él. — Dime ¿Por qué?


— Porque este juego está especialmente hecho para ti—Dijo con una mirada penetrante. —Solo para ti.


— Entonces creo que sí, que no llevo ningún punto a mi favor.


— Mientras yo nene, yo voy ganando.






*Claro que nada más está hecho para ti, porque eres un estúpido. El único estúpido que aceptaría jugar.*

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