domingo, 19 de septiembre de 2010

THAT BOY IS A MONSTER-.Capítulo XXI.


Capítulo XXI.
LAS PALABRAS ESCRITAS EN CURSIVA SON RECUERDOS.
LAS PALABRAS ESCRITAS EN NEGRITA & CURSIVA SON LLAMADAS DE TELEFONO, SUEÑOS ETC.
No..yo no quiero..
No me importa si quieres o no BillMe dijo agarrándome de los brazos de nuevo.Te miras muy mal y no quiero que te pase nada porque..Se cayó.
¿Por qué..? ¿Por qué..?Pregunte, ya no me sentía nada bien.
Pues porque Bill yo.. Y ya no pude escuchar nada mas, todo se volvió oscuro.
Había pasado una semana ya desde que me habían dado aquella paliza cuando iba saliendo de la escuela, ya había pasado una semana desde que mi mamá le había pegado tan feo a Tom y, ya había pasado una semana desde que el no me dirigía ni una palabra, ni tan siquiera una mirada. Había tocado el timbre para salir de la escuela, Tom salió primero antes que yo, cuando salí del salón me di cuenta de que me estaba esperando en la salida, me acerque a él y le sonreí.
¿Ya podemos irnos? Me pregunto sin mirarme y en un tono seco.
Si..ya, ya podemos irnosRespondí desanimado cuando note su actitud.
Íbamos caminando por el parque que quedaba cerca de nuestra casa, Tom iba caminando delante de mí lo más callado posible, no se giraba para verme, no me dirigía la palabra y eso a mí me hacía sentir demasiado mal. Llevaba ya una semana así y eso me dolía, no me gustaba para nada y ¿Quién tenía la culpa de eso? ¿Quién tenía la culpa de que Tom estuviera así conmigo? Pues nadie más que yo, yo era el culpable de eso. Íbamos caminando cuando un grupo de chicos se paro frente a nosotros.
Tom, ¿Cómo estas amigo?Dijo un chico rubio de pelo chino con una sonrisa. Hace mucho que no te miramos.
Tom no respondió ante el saludo solo se limito a detenerse bajando la vista al suelo. En total los chicos que se habían parado frente a nosotros eran siete y se parecían un poco a Tom en cuanto a la forma de vestir. El chico rubio se acerco hasta Tom y le toco el hombro moviéndolo un poco.
Tom, ¿Estás bien?Le pregunto.
Hey Tom hemos venido por ti para ir al centro de nuevoDijo otro chico demasiado emocionado, este era más alto que el otro y su pelo era café claro. Han puesto nuevos juegos en el Moll, tienes que ir a verlos.
Es verdad Tom, están de lujo y son súper divertidosDijo el rubio que había hablado primero.
Lo siento pero no puedo irRespondió Tom sin mirarlos. Ocupo ir a mi casa.
Pero Tom no te hemos visto durante una semana completa, te hemos buscado y tu ni tus luces y ahora que te vemos y te invitamos no quieres ir ¿Por qué?Pregunto el rubio desilusionado porque Tom dijera que no a la invitación.
Yo solo miraba desde atrás como los chicos le hablaban a Tom y como este miraba al piso. Lo estaban invitando a ir a divertirse y el estaba diciendo que no, que no podía porque tenía que ir a casa pero ¿Cuál era la verdadera razón? que no podía irse con ellos porque estaba yo con él y porque mamá se lo había prohibido rotundamente.
Lo siento chicos pero de verdad no puedo acompañarlos.
Pero ¿Por qué no Tom?Pregunto el de cabello castaño. Queremos que nos acompañes, te divertirás como cuando fuiste la primera vez, anda, vamos.
Lo siento chicos pero ya les dije que no puedo irVolvió a responder.
Bueno está bien, pero dinos ¿Por qué no puedes irPregunto el rubio. Dinos solo queremos saber.
No puedo ir con ustedes porque necesito llegar a mi casa y porque estoy con mi hermanoDijo levantando la vista por primera vez dejando ver su tristeza.Ocupo ir a mi casa con mi hermano y estoy muy ocupado, aparte de que estoy con él.
Después de decir esto Tom se giro un poco para dirigirme una mirada la verdad nada agradable, se notaba el enojo al igual que la tristeza, yo solo agache la cabeza.
Pero hombre, si es porque estas con tu hermano no hay problema el también puede venirDijo el rubio en tono entusiasmado.Además, lo que queremos es que vengas con nosotros.
¡YA LES DIJE QUE NO PUEDO IR!Les grito Tom haciendo que yo levantara la vista y mirara como sus amigos se habían sorprendido por su reacción.Ahora si me disculpan mi hermano y yo nos vamos.
Respondió esto y me tomo del brazo jalándome para que comenzara a caminar junto a él, dejando a sus amigos atrás con caras de sorpresa. Avanzamos lo suficiente hasta dejarlo atrás, cuando ya estuvimos lo suficiente mente lejos Tom me soltó y comenzó a caminar él solo. Yo me quede parado, me sentía mal porque por mi culpa y por culpa de mi mamá Tom no había podido aceptar ir con sus amigos.
¿Por qué dijiste que no podías ir?Me atreví a preguntar al mirar que se había alejado un poco.Tú sabes que si querías podías haberte ido con ellos.
¿Te estás burlando verdad? Pregunto en tono seco y girándose para verme.No me hace gracias que te burles.
No, no me estoy burlandoMe apure a contestar.Solo quiero saber..porque si quieres ir con ellos..yo..pues tu puedes ir.
Fije mi vista en los ojos de Tom y pude notar que este demostraba en su mirada enojo, se miraba muy enojado y apretaba fuertemente los puños al costado de su cuerpo. Este comenzó a caminar hacia donde yo estaba quedando frente a frente conmigo, haciendo que me pusiera nervioso y que bajara la vista al suelo.
Eres un estúpido Bill, eres un malditoMe dijo a la cara, con voz seca y con enojo. Aparte de ser una MLADITA carga para mi, para mi vida, te burlas en mi cara, sabes que no puedo ir con ellos porque estas tu, sabes que no puedo ir con ellos porque mi mamá me lo prohibió, sabes que no puedo ir con ellos ¡PORQUE EXISTES TU!
Esas últimas palabras resonaron demasiado fuerte y duro en mi cabeza, ''No puedo ir con ellos porque existes tu'', sentí como los brazos de mi gemelo apretaban los míos moviéndome bruscamente de enfrente atrás. Levante la vista y lo mire, estaba demasiado enojado, estaba demasiado furioso de eso me había dado cuenta. Apretaba su agarre en mis brazos y seguía moviéndome fuertemente.
No puedo ir con ellos, no puedo hacer mi vida porque desgraciadamente existes tu, porque desgraciadamente estas en mi vida—Dijo esto mirándome directamente a los ojos, con voz segura.
Tom..yo..
Yo no quiero estar contigo, me cansasFue lo último que me dijo antes de soltarme y comenzar a caminar.
Yo lo mire completamente sorprendido y sintiendo como lágrimas corrían por mis ojos, sintiendo como mi corazón se partía por lo que mi hermano, mi gemelome acababa de decir, yo una carga para él, un estorbo y era verdad, tenía la culpa yo porque era un maldito debilucho.
Mi cuerpo lo sentía descansado, ya no me dolía la cabeza, no sentía frio y mi respiración era tranquila. Me sentía tranquilo, definitivamente demasiado tranquilo, comencé abrir los ojos poco a poco cerrándolos de golpe cuando los había logrado abrir por la fuerte luz que daba en mi cara, me talle los ojos despacio y los volví abrir sorprendiéndome de ver donde estaba. Me encontraba en una habitación blanca, con apartaos a mis dos lados, cables conectados a mis manos y con una bata azul, me moví en la cama que estaba rápidamente haciendo que me diera un ligero dolor en mi herida del costado.
¡Aaah!Me queje por lo bajo llevándome la mano al lugar donde sentí la punzada.¿Qué hago aquí?
Note que en la herida tenía una grande y apretada venda color blanca que la cubría, en mi brazo derecho igual, traía una vena del mismo color cubriéndome el codo haciendo que no lo pudiera mover demasiado. Comencé a buscar con la vista a alguien en la habitación, ya me había quedado demasiado claro que estaba en un hospital cosa que no me gustaba pero, ¿Quién me había traído? ¿Cómo había llegado aquí?, de repente mi vista se fijo en algo o más bien alguien que estaba dormido en una silla.
— ¿Brian?Dije sorprendido al ver que era él.¿Qué..que hace aquí?Me pregunte.
Como pude me baje de la cama, me quite los cables y comencé a caminar hasta donde él estaba, el cuerpo ya no me dolía tanto, al momento de bajarme de la cama pude ver como en mis piernas tenía demasiados moretes, unos más grandes que otros. Llegue hasta donde se encontraba Brian quien estaba completamente dormido, se miraba cansado y podía notar que tenía ojeras.
— Brian..Brian.. —Dije moviéndolo despacio para que se despertara. — Brian..levántate.
Seguí moviendo a Brian despacio, quería que se levantara y me dijera que hacía en el hospital y quien me había traído, quería saber porque estaba el aquí. De repente mire como comenzaba a moverse, por un momento pensé que se iba a levantar pero no, nada más se acomodo mejor en la silla ante eso, yo lo moví otra vez pero esta vez no tan suave como las primeras, cosa de la que me arrepentí al segundo que lo termine de hacer.
— ¡Aaah! —Me queje al verme en el piso, Brian me había empujado haciendo que cayera de trasero. —Auch.
— Bill..lo siento Bill.. —Dijo levantándose inmediatamente cuando me vio en el piso. — Lo siento, no era mi intención tirarte.
Brian se acerco hasta a mí, me tendió su mano yo la tome y me levante con ayuda de él, debía admitir que la caía me había dolido un poco pero no tanto. Con Brian a mi lado me dirigí a la cama, me senté en la orilla y este se posiciono frente a mí, mirándome detenidamente.
— Que..que bueno que ya despertaste y estas bien—Me dijo con una sonrisa. — Me alegra demasiado que ya estés despierto.
Me le quede mirando ante ese comentario que había dicho, ¿Qué bueno que ya me había despertado? ¿Qué bueno que ya estaba bien?. La verdad no entendía muy bien porque estaba en el hospital y porque Brian estaba aquí.
— ¿Qué hago aquí? —Le pregunte sin rodeos. — ¿Por qué estoy en un hospital?
Brian se me quedo mirando, estaba parado frente a mí sonriendo y no entendía el porqué, el cuerpo ya no me dolía como me dolía antes, el dolor de cabeza había desaparecido completamente y ¿Cómo no? Estaba en un hospital, cosa que la verdad no me agradaba para nada.
— Dime ¿Por qué estoy en el hospital? ¿Quién me trajo? —Le volví a preguntar ya que mire que no me respondía.
— Es obvio que estas en el hospital por la golpiza que te dio tu hermano—Me respondió serio, borrando la sonrisa de su rostro. — Yo te traje porque te encontré tirado en el piso.
— ¿Tu..tú me trajiste?
— Si, yo te traje. Me sorprendió demasiado verte como te vi, tirado en el piso, temblando y con demasiada fiebre sin quitar todo el cuerpo moreteado.
Brian se acerco a mi hasta tomar mis manos entre las suyas cosa que me sorprendió demasiado, el me había traído al hospital y eso me sorprendía porque por un momento yo pensé que quien me había traído había sido..Tom, mi hermano.
— Me alegra demasiado que ya hayas despertado Billy, de verdad—Comenzó a decirme mientras acariciaba mis manos. — No me gusto verte estos días ahí, acostado en la cama.
¿Días? ¿Había dicho días? No, debía haber escuchado mal, debía haber mal entendido porque no podía ser que yo hubiera estado días en el hospital.
— ¿Cuánto tiempo he estado aquí Brian? —Le pregunte. Para mi nada mas había estado un día.
— Billy has estado acostado en esta cama inconsciente por una semana entera—Me respondió. Una semana entera, no podía ser. — Has estado completamente dormido.
— No.. es que no puede ser porque ayer yo.. —Comencé a decir, no podía ser que llevara una semana entera ahí. — ¿Cómo? ¿Por qué?
— ¿Cómo que porque Billy? —Dijo soltando mis manos y alejándose un poco. — Estas aquí desde hace una semana por la maldita golpiza que te dio Tom, por la infección que te dio en la herida porque estabas muy mal.
— No..Tom a mí no..el no me hizo esto—Respondí, no podía decirle a Brian que él me había pegado porque era su mejor amigo. — Yo..a mí me trataron de asaltar.
— ¿Billy me quieres ver la cara de tonto? —Me pregunto con una sonrisa. — Desde ahorita te digo que no podrás hacer eso, yo sé perfectamente la verdad, se quien te hizo eso.
— No, estas equivocado—Dije comenzando a ponerme nervioso. — Tom.. el no tuvo nada que ver en lo que me paso, el no me hizo esto.
— Mira Billy, ya te dije que no es necesario que me trates de mentir ahora, se perfectamente que Tom te hizo esto—Volvió a decirme.
Lo mire atentamente, el rostro de Brian mostraba seriedad y creo que un poco de enojo, lo notaba en sus ojos. Se alejo de la cama y se sentó en la silla en la que había estado dormido minutos antes, no tenia que negarlo como fuera él no podía saber que Tom me había pegado, no quería que lo supiera.
— Brian Tom no me pego—Le volví a decir pero esta vez con voz firme. — Trataron de asaltarme y como me opuse..me dieron esta paliza.
— No me quieras mentir Billy, las mentiras no son buenas— Me dijo. Claro que las mentiras no eran buenas y ya me había quedado claro. — El mismo Tom me lo dijo.
— No.. el no.. —Me interrumpió.
— Ya lo sé Billy, deja de tratar de engañarme porque como ya te dije el mismo Tom me dijo que él te había dado esa paliza por eso necesito decirte que.. —No deje que terminara de hablar porque lo interrumpí.
— ¡YA TE DIJE QUE TOM NO TUVO NADA QUE VER EN ESTO! —Le grite levantándome de la cama y yendo hasta donde estaba. — ¡EL NO ME HIZO ESTO!
Brian se levanto de la silla, ahora si podía darme cuenta de que estaba enojado. Se levanto de la silla empujándola hacia atrás y cerrando los puños fuertemente haciendo que sus nudillos se volvieran blancos. Dio un paso hacia enfrente encarándome, quedando frente a frente conmigo.
— ¿Por qué te empeñas en negarlo? ¿Por qué te empeñas en decirme que no es cierto lo que digo cuando ya lo tengo claro?
— ¡PORQUE TE ESTOY DICIENDO QUE ES UNA MENTIRA! —Respondí. Si, mentira la que le estaba diciendo ahorita de que no había sido Tom quien me había pegado. — El no tuvo nada que ver con esto y más vale que te quede claro.
— Pues déjame decirte Billy que ya lo tengo claro, tengo claro que quien te pego así fue Tom—Me respondió mirándome a los ojos.
Baje la vista, estaba más que claro que Brian no me creería lo que le estaba diciendo yo, pero ¿Qué podía hacer?, al parecer Tom ya le había dicho que él me había pegado, ¿Cuándo se lo había dicho? ¿El había venido aquí al hospital? ¿Me había venido a visitar? Me preguntaba, por desgracia para mí no recordaba muy bien lo que había pasado antes de que me viera aquí, no recordaba nada.
— Tom.. ¿Dónde está? —Me atreví a preguntarle. — Quiero..quiero verlo.
— El no está aquí.
— Si, ya sé que no está aquí en el cuarto—Le respondí cortante. — Quiero saber donde esta, quiero verlo.
— Pues te vas a quedar con las ganas—Me respondió cortante ahora él. —El no está aquí en el hospital.
Esa respuesta me sorprendió, ¿Por qué? bueno, pues porque Brian que no es nada mío esta aquí y Tom, quien es mi hermano gemelo y podría decirse que.. amante no se encontraba.
— El no ha venido ni una sola vez desde que estas aquí—Me respondió. — Le avise que te encontrabas aquí en el hospital, le dije como te encontrabas pero no vino ni una sola vez.
Eso me sorprendió mas, tenía que estar mintiendo, Brian tenía que estar mintiendo no podía ser que en esta semana que llevaba inconsciente en el hospital Tom no hubiera venido ni una vez, eso no podía ser posible.
— ¿Estas..estas mintiendo verdad? —Pregunte dudoso. —No es verdad que Tom no ha venido ni una sola vez.
— ¿Por qué debería mentirte Billy? —Me pregunto. — No tengo por qué hacerlo, te estoy diciendo la verdad.
— Es que esa no puede ser la verdad—Dije casi gritando. — No puede ser verdad que en todo lo que llevo aquí en el hospital el no haya venido ni una sola vez.
— Pues es verdad, pero eso la verdad ahorita no interesa mucho Billy lo que interesa es que ya despertaste y que eso significa que.. —Lo interrumpí.
— ¡¿Qué no interesa?! ¡Claro que interesa! ¡¿Cómo no va a interesar?!-Le pregunte enojado. — ¡Claro que interesa no es posible que Tom no haya venido ni una sola vez a verme!
— Billy eso ahorita no interesa, lo que interesa es que.. —Lo volví a interrumpir pero esta vez mas bruscamente.
— ¡CLARO QUE INTERESA! —Le respondí empujándolo. — ¡A MI ME INTERESA!
Me había enojado por las estupideces que Brian estaba diciendo, ¿Qué no interesaba? ¿Qué no era importante?, Claro que era importante, para mi era importante el saber que Tom no había venido a verme ni una sola vez desde que estoy en este puto hospital inconsciente, no podía creerlo.
— Billy..
— ¡NO ME DIGAS BILLY! —Estaba completamente salido de mis casillas. —¡LARGATE QUIERO ESTAR SOLO! ¡QUIERO QUE TE VAYAS!
— No Billy, no me puedo ir porque ocupo decirte algo muy importante.
— ¡NO ME INTERESA LO QUE TENGAS QUE DECIRME, LARGATE NO QUIERO VERTE, NO QUIERO QUE ME DIGAS BILLY! ¡¿QUÉ NO ENTIENDES?! —Estaba enojado, muy enojado y triste a la vez.
— ¡No me voy a ir de aquí hasta que me hayas dicho que le dirás a la policía quien te hizo esto! —Me dijo tomándome de los brazos levemente, sin lastimarme. — No me voy a ir de aquí hasta que me digas que le dirás a la policía que Tom te dio esta golpiza.
— ¿Qué? ¿Estás loco? —Pregunte sorprendido por lo que había dicho y zafándome de su agarre. — ¡Claro que no voy a decir eso!
— Tienes que decirlo, es la verdad y la policía necesita saberlo—Comenzó a decirme volviéndose acercar a mí. — Tienes que decirles que Tom te hizo esto, que él te dio esta golpiza que pudo matarte.
— No, no diré eso claro que no— Me aleje lo mas que pude de el. — Estas loco si piensas que diré eso.
— ¡Tienes que hacerlo Billy! —Dijo en tono alto. — Tom tiene que responder por esta golpiza que te dio sin razón alguna estoy seguro.
Claro que no iba a decirle a la policía que mi hermano, que Tom, me había golpeado, claro que no iba a delatarlo ¿Por qué? porque lo quiero, porque no quiero que le pase nada, porque no sería capaz de delatarlo, porque simple y sencillamente.. lo amo.
— Lárgate Brian, no quiero verte, quiero estar solo.
— No me voy a ir hasta que..
— Esta bien, lo hare— Respondí, mentira no lo haría, no diría nada de eso. — Diré todo, pero déjame solo, quiero estar solo.
— Es lo mejor que puedes hacer Billy, es tu hermano gemelo sí, pero no tenia porque pegarte así como lo hizo, te dejo casi destrozado—Dijo Brian con tono más calmado. — Voy afuera, pero en unos minutos regreso y traigo a la policía.
— Solo vete—Dije acostándome en la cama y tapándome con las sabanas. — Quiero estar solo.
Mire como Brian abría la puerta y salía lentamente sin quitarme la vista de encima. Me acosté de lado mirando la gran ventana que había en la habitación, no había venido, ni una sola vez desde que había entrado aquí. Sentí como una lagrima comenzaba a caer por mi mejilla y como mi respiración comenzó hacerse entrecortada.
— Tom.. —Dije entre un suspiro y limpiándome las lagrimas.
Me encontraba en la habitación, Tom seguía sin hablarme, pasaba el tiempo y no me decía nada, no me dirigía la mirada salvo cuando era necesario, pasaba de mi cada que podía. Me encontraba acostado cuando comencé a escuchar gritos provenientes del living, salí de mi habitación y me encontré con mi papá, con mi mamá y con Tom quien estaba llorando.
— No papa.. por favor.. —Decía Tom entre sollozos. — No te vayas..por favor..quédate..
— ¡TU NO PUEDES IRTE JORG! —Le grito mi mamá con lágrimas en los ojos. — ¡NO PUEDES DEJARNOS, NO PUEDES IRTE!
— ¡CLARO QUE PUEDO IRME, CLARO QUE PUEDO LARGARME DE AQUÍ! —Respondió mi papá. — ¡ESTOY HARTO DE TODA ESTA MIERDA, ESTOY HARTO DE TI, DE TODO!
— No..papá por favor.. —Decía Tom llorando descontroladamente. — Por favor..papá..no..
¿Irse? ¿Mi papá quería irse? No podía ser, claro que no podía, tenía que estar con nosotros, no podía abandonarnos porque nosotros lo necesitábamos, no podía dejarnos. Tom estaba de rodillas en el suelo llorando pidiéndole a mi papá que no se fuera, mi mamá estaba agarrando a mi papá por la camisa zarandeándolo diciéndole que no podía irse, que no podía abandonarla a ella y nosotros,  y yo, yo estaba parado en la puerta del living mirando la escena.
— No..no puedes irte Jorg, no puede..no puedes dejarnos.. —Decía mi mamá. — ¿Qué vamos..hacer sin ti? No puedes irte y dejarnos..así como así.
— Si puedo, y lo hare—Respondió mi papá apartando a mi mamá de él. — ¡¿Qué no entiendes Simone?! ¡Ya no quiero esto, estoy harto, quiero largarme y dejar toda esta mierda!
— ¿Mierda? ¿A que le estás diciendo mierda? —Pregunto enojada mi mamá limpiándose las lágrimas.
— A ti, y al estúpido hijo marica que tengo—Respondió mirándome con enojo. — Toda la culpa la tiene el, el marica de Bill, y tú.
— ¡CALLATE JORG! ¡NO DIGAS ESTUPIDECES Y NO METAS A BILLY EN ESTO! —Le grito mi madre comenzando a darle pequeños puñetazos en el pecho. — ¡LOS NIÑOS NO TIENEN NADA QUE VER EN ESTO!
— ¡CLARO QUE TIENEN QUE VER Y MAS TU BILLY, ESE MOCOSO—Dijo mirándome atentamente. — Me avergüenza que sea mi hijo.
— Pa..papá…por favor no puedes irte—Oí que volvió a decir Tom. —No..no puedes dejarme..papá…
Sentí como las lágrimas comenzaban a salir de mis ojos, todo lo que mi papá estaba diciendo de mí, que se avergonzaba, que era un marica, que no le gustaba que yo fuera su hijo me dolía hasta lo más profundo de mí ser. Mire como Tom se acerco hasta a él, abrazándolo y llorando.
— No..papá…
— Lo siento hijo, lo siento de verdad Tom—Le respondió mi papá mientras lo abrazaba. — Pero, yo no puedo seguir aquí.
— Llévame contigo…llévame contigo papá no me..no me dejes aquí.. —Le pidió Tom sorprendiéndonos a mi madre y a mí. —Quiero..quiero irme contigo..
— ¡NO! ¡CLARO QUE MI HIJO NO SE VA A IR CONTIGO!-Grito mi madre alejando a Tom de una jalón de nuestro papá. —¡EL SE QUEDA CONMIGO, VETE TU NO ME IMPORTA PERO A MIS HIJOS LOS DEJAS CONMIGO!
— NO..PAPÁ…NO..LLÉVAME CONTIGO.. —Pidió gritando Tom tratando de soltarse del agarre que le proporcionaba mamá. — NO ME DEJES..NO ME DEJES AQUÍ..
— Lo siento Tom, no puedo llevarte conmigo tu mamá no me va a dejar por mucho que yo quiera llevarte conmigo—Respondió. —Pero quiero que sepas una cosa, tu eres mi orgullo, tu eres mi único hijo, tu eres lo único bueno en todo esto.
— Papá..
Oía como los sollozos de Tom se hacían más fuertes, como mi mamá apretaba los puños y como yo no podía dejar de llorar, mirar que nuestro pare se quería ir, quería dejarnos me destrozaba aunque a mí me dijera de cosas, no me tratara bien yo lo quería, era mi papá.
— Nos volveremos a ver hijo, tenlo por seguro—Dijo papá antes de salir de la casa.
Fije mi vista en él y mire cómo salía de la casa, con todo y maletas se iba, se había ido. Gire mi cabeza y note como mi mamá salía corriendo hacia la habitación pasando por alado de mi, mirarla así no me gusto para nada, fije la vista en Tom quien se había dejado caer de rodillas al piso llorando aun mas. Me acerque a él lentamente, dudando de hacerlo, cuando llegue a su lado me hinque y para quedar a su altura.
— Tom..Tommy.. —Dije en voz baja, casi en susurro. — No..no llores..
— Todo..todo es una mierda..nada sirve..todo está mal.. —Oí que dijo en voz baja. — Todo..todo se arruina por una..por una sola cosa..
— Tom es no…tranquilo.. —Dije abrazándolo, claro el no me correspondió pero no me importo.
— Todo lo arruinas..todo lo arruinas tu... — Me dijo con enojo.
Dormido, me había quedado dormido no se cuanto tiempo pero estaba seguro de que había sido demasiado, me talle los ojos lentamente y después los abrí encontrándome en el mismo lugar, por un momento pensé que había sido un sueño, que había soñado que estaba en el hospital pero al parecer no era así, suspire y me senté en la cama. Quería irme, quería dejar el hospital y mirarlo a él, mirar a mi hermano, a mi gemelo a Tom. Ya nada del cuerpo me dolía, ya no sentía dolor, ardor o comezón en la herida cosa que debía ser buena.
— Verte, quiero verte—Dije tapando mi rostro con las manos.
Estaba con las manos en mi rostro cuando escuche que chirrido de la puerta, la estaban abriendo pero no me importo, yo no quería ver a nadie que no fuera Tom, quería y necesitaba verlo a él, necesitaba saber que no era verdad eso que me había dicho Brian de que mi gemelo ni una vez había venido a verme, necesitaba saber que eso era mentira. Oí como cerraban la puerta pero no me importo, seguí con mis manos cubriendo mi rostro.
— No quiero ver a nadie, Brian vete quiero estar solo—Dije sin descubrirme la cara. — Lárguese quien quiera que sea.
— ¿De verdad quieres que me vaya? —Oí una voz fuerte y ronca, escuche la voz que tanto deseaba escuchar. — Si quieres que me vaya me voy.
Quite las manos de mi rostro dándome cuenta o más bien, comprobando que quien pensé que había escuchado era quien estaba frente a mí, Tom estaba parado frente a la puerta la cual se encontraba cerrada. Sin poder evitarlo una sonrisa se formo en mi rostro, me levante rápidamente de la cama y me dirigí hasta donde estaba el abrazándolo fuertemente, pasando mis manos por su cuello y juntando mi cuerpo al suyo, sintiéndolo. Ahí estaba el parado, aquí estaba él en el hospital.
— Tom, Tom qué bueno que estas aquí—Dije apretándolo más contra mí y completamente feliz. —Quería verte, quería abrazarte.
— Bill.. —Trato de decir pero yo le interrumpí.
— Me alegra que estés aquí, me alegra que hayas venido eso quiere decir que Brian estaba equivocado, eso quiere decir que él me mintió, me engaño—Dije separándome un poco de mi gemelo para verlo a los ojos, esos ojos que me daban miedo y me encantaban. — Si has venido a verme.
— Bill…—Volvió a tratar de decir.
— Que bueno que estas aquí conmigo, lo siento, lo siento mucho Tom, no te volveré a mentir, lo siento.
— ¡Bill! —Dijo Tom en tono fuerte y separándome de él. — Déjame respirar.
— Lo siento.. —Fue lo único que dije. —Es que..me alegra que estés aquí.
Tom se separo completamente de mi, comenzó a caminar dejando a mi enfrente de la puerta ahora, él se dirigió hasta la gran ventana y se giro para mirarme, se miraba tan bien, para mí solo había pasado un día desde que me sentía morir con el dolor, pero en verdad había pasado una larga semana.
— Tom yo.. —Ahora fue él quien me interrumpió.
— ¿Podrías dejarme hablar? —Pregunto, yo asentí con la cabeza. — No vine a visitarte, vine a traer a alguien que me estaba fregando con que la trajera.
— Pero.. —Dije sorprendido por lo que me había dicho.
— Solo vine a hacerla de chofer—Dijo con molestia. — No vayas a pensar cosas que no son.
Eso me dejo con la boca demasiado abierta, me dejo demasiado sorprendido sin poder creérmela. No había venido a visitarme, no había venido a ver como estaba si no que había venido a traer a alguien que quería verme, trague saliva y agache la mirada.
— Yo..pensé que tu.. —Trate de decir, no podía creer que había dicho eso. — Yo pensé que..habías venido a verme.
— Pues pensaste mal Bill, ya te dije para que vine—Dijo en tono cortante y comenzando a caminar hacia donde estaba yo. —Ahora si me permites, tengo que avisarle a esa persona que puede pasar.
Tom estaba a punto de pasar de mi, iba abrir la puerta cuando yo se lo impedí poniéndome delante de él, quería verlo, había estado deseando verlo y ahora que estaba frente a mi no iba a desaprovecharlo, estaba seguro que debía estar mintiendo, el había venido porque me quería ver, tenía que ser así solo que quería ocultarlo.
— ¿Estas mintiendo verdad? —Le pregunte esperanzado mirándolo a los ojos. — ¿Estas mintiendo con eso de que no viniste a verme?
— ¿Por qué tendría que estar mintiendo Bill? —Me pregunto con una sonrisa mientras llevaba sus manos a los bolsillos de su pantalón. — Ya te dije que vine a hacerla de chofer [b]nada mas.[/b]
— Es que eso no puede ser verdad—le grite. — ¿Por qué se te dificulta aceptar que si viniste a verme?
— Yo no vine a verte Bill—Me respondió. — No sé porque piensas esa estupidez.
— No es ninguna estupidez—Le grite. Tenía que ser mentira, el tenía que haber venido a verme. —Acepta de una vez que has venido a visitarme, ¿Por qué me dices que no? ¿Por qué me mientes?
El rostro de Tom que cuando entro a la habitación había mostrado calma de repente mostro enojo, apretó los puño y apretó sus dientes yo ante eso solo pude retroceder unos cuantos pasos.
— Yo no estoy mintiéndote estúpido—Dijo enojado. — Yo no soy tu.
— ¡SI ME ESTAS MIENTIENDO! —Le grite a la cara. — ¡ESTAS DICIENDO QUE NO HAS VENIDO A VERME Y ES MENTIRA, PORQUE SE PERFECTAMENTE QUE LO HAS HECHO, TE PREOCUPO, ME QUIERES!
— ¿De verdad piensas eso? ¿De verdad piensas que he venido a verte? —Pregunto con una sonrisa adornando su rostro. — Estas equivocado Bill, yo no he venido a visitarte ni una puta vez, ¿Qué no te lo ha dicho Brian?
No, tenía que ser mentira, no podía ser cierto que él no había venido a verme ni una sola vez, baje la mirada al suelo sintiendo como mis ojos comenzaban aguarse, como mi respiración que se había mantenido tranquila se tornaba rápida. Apreté mis puños fuertemente, enojado y triste así me sentía.
— Sabes Bill es estúpido que hayas pensado que vine a verte, ¿Por qué fregados yo haría algo como eso? Dime, ¿Por qué? —Pregunto en tono de burla. — Eres un estúpido.
Levante la vista y fije mi mirada en él, estaba sonriendo y con las manos en sus bolsillos, mis ojos comenzaban a mostrar lagrimas.
— No es verdad…no es cierto—Dije mirándolo. —Dime que es..una mentira que no has venido a verme, dime que me estas…mintiendo.
— No, yo no te puedo decir eso ¿Sabes por qué? —Pregunto acercándose hasta pasar una mano por mi cintura juntándome a él. — Porque yo no estoy mintiendo—Me dijo al oído.
— ¿Por qué..por qué me dices..eso? —Pregunte entrecortadamente.
Tom me abrazaba por la cintura, tenía su mano apretándome fuertemente contra él, su cabeza recargada en mi hombro y su boca a un lado de mi oído.
— Porque es la verdad Bill, yo no miento—Me respondió. — No vine a visitarte ni una sola vez porque no lo merecías, porque no me importas hermanito.
Trague saliva fuertemente al escuchar esas palabras, tenía que ser mentira, no podía ser verdad el me estaba mintiendo dijera lo contrario, sentí como apretó mas su agarre a mi cuerpo juntándome más a él, yo no podía moverme ni decir nada porque comenzaba a sentir como las lagrimas comenzaban a salir de mis ojos.
— No te mereces nada que venga de mi parte maldito mentiroso—Me dijo al oído. — Eres algo que no vale la pena.
Mas lagrimas comenzaron a salir cuando oí esas palabras, no podía ser real, tenía que estarme mintiendo. Soltó su agarre de mi cintura y se alejo de un movimiento de mi volviéndose a la puerta, levante la mirada y mire como se encontraba de espaldas a mí, una mano en la perilla y la otra en su bolsillo.
— No..no es verdad.. —Apenas pude decir.
— Cree lo que quieras Bill, me vale un comino—Me respondió cortante. — Yo no soy un puto mentiroso como otros.
— ¡SI, SI LO ERES! —Grite lo más fuerte que pude. —¡PORQUE ME ESTAS MINTIENDO, ME ESTAS MINTIENDO AL DECIR QUE NO TE IMPORTO!
Mire como Tom se giro mirándome, de mis ojos caían lagrimas y mas lagrimas, mis puños estaban apretados y me sentía enojado y triste. Lo miraba directamente a los ojos y este igual a mí, pero el sonreía al contrario que yo.
— De verdad que la maldita paliza que te di te afecto, y creo que te afecto demasiado como para que pienses que me importas—Dijo mirándome a los ojos, en tono fuerte. — Debió haberte afectado demasiado como para que pensaras que me mereces.
— ¡MIENTES, MIENTES, MIENTES! —Comencé a gritar como loco. —¡YO TE IMPORTO, TU ME QUIERES, ME ESTAS MINTIENDO!
De un momento a otro me mire en la cama, tirado sobre ella con mi gemelo sobre mi, aprisionando mis manos por encima de mi cabeza y con su cuerpo completamente sobre el mío, mirándome a los ojos con enojo.
— ¡QUE NO TE ESTOY MINTIENDO ESTUPIDO! —Me grito a la cara enojado. —¡YO NO MIENTO, SIEMPRE DIGO LA VERDAD, SIEMPRE DIGO LO QUE PIENSO Y SIENTO!
— ¡ENTONCES DIME LA VERDAD, DIME QUE ES LO QUE SIENTES POR MI! —Le grite. Ya no podía hablar calmado, quería que me dijera la verdad, quería que me dijera que estaba mintiendo. — ¡DIMELO!
— ¿Qué todavía no te ha quedado claro? ¿Qué todavía no te has dado cuenta? —Me pregunto apretando el agarre en mis muñecas. —¿Qué eres tan estúpido para darte cuenta?
Dolor, dolor y más dolor estaba sintiendo. Yo no soy ningún estúpido, el estúpido aquí es Tom por estarme mintiendo, por estar diciendo que no siente nada por mí, por estar diciéndome esto.
— ¡YA BASTA! ¡YA DEJA DE MENTIRME! —Grite sacado de mis casillas. — ¡TU ERES EL ESTUPIDO, TU ERES EL MENTIROSO, TU ERES UN MALDITO!
— ¡NO VUELVAS A DECIRME ESO!, ¡TU NO SABES NADA!
— ¡SI, SI LOSE! ¡ERES UN MENTIROSO, UN ESTUPIDO, UN MALDITO, UN MONSTRUO! —Seguí gritando, enojado, triste, todas las emociones sentía en este momento. — ¡ME RENIEGAS A MI Y TU ¿QUÉ?!
Seguía llorando pero esta vez de enojo, si también de tristeza pero ahora era mas de enojo que nada. Él me miraba atentamente, apretaba mas su agarre en mis muñecas y me aplastaba mas, nuestras miradas cruzadas la una con la otra, iba a decir algo, iba a gritarle algo cuando un manotazo en mi mejilla lo evito, un dolor a quemazón sentí en mi mejilla.
— ¡NO VUELVAS A DECIRME ESO ¿ENTENDISTE ESTUPIDO?! —Me pregunto mientras se levantaba de encima de mí. — ¡TU NO ERES NADIE PARA DECIRME ESO!
Me lleve una mano a mi mejilla, me había pegado otra vez, me había dado una bofetada. Me levante de la cama y me puse frente a él.
— Te lo voy a decir hasta que aceptes que me estas mintiendo, te lo voy a decir hasta que digas que tengo razón, hasta que lo aceptes frente a mi—Dije en tono firme mirándolo a los ojos. — Porque yo sé que me quieres, aunque me hayas dado esa paliza, aunque me digas que no lo sé.
— ¿Por qué estas tan seguro de eso Bill? ¿Por qué lo piensas? —Me pregunto.
— Porque lo sé, soy tu nene Tom, ¿Qué lo olvidas? Soy el jugador del juego del monstruo, el jugador principal—Dije con una sonrisa en el rostro. — Soy tu hermano, soy tu amante, soy tu nene, tu juguete, soy tu todo.
Mire a Tom se le formaba una media sonrisa en el rostro, se paso la mano por el cabello y bajo su vista al suelo para luego volverla a posar en mi. Era verdad todo lo que le había dicho, era verdad todo eso, ¿Por qué? porque era lo que yo sentía.
— ¿Piensas que por eso me importas, que por eso sentiré lo mismo?
— Sí, lo pienso por eso y porque te amo—Respondí mirándolo a los ojos.
— ¿Me amas? —Me pregunto a un con la sonrisa en el rostro. — ¿Estás seguro de eso?
— Muy seguro Tom, estoy demasiado seguro—Respondí. Tal vez estaba cavando mi propia tumba al decírselo de nuevo pero no me importaba. — Y no sabes cuánto.
— Y ¿Dónde quedo el ''yo no me enamorare Tom, estás loco''? —Pregunto en una carcajada. — ¿Dónde quedo?
— Enterrado porque me enamore, estoy enamorado de ti y no me importa nada más que tu así como yo te importo a ti—Dije acercándome a él.
Tom se alejo de un paso de mí, se dio la media vuelta y poso su mano en la perilla de la puerta girándola lentamente, abrió por completo la puerta y dio un paso para salir, pero antes de hacerlo completamente se detuvo.
— Pues lo lamento Bill porque yo no siento lo mismo por ti, yo no te quiero, no te amo—Dijo cortante. —Yo no siento lo que tú dices sentir por mí, yo te odio.
— No es verdad.
— El monstruo lleva cuatro puntos a su favor, el juguete lleva cero—Dijo antes de salir de la habitación por completo.
Como si fuera por acto de reflejo en cuanto Tom salió de la habitación lagrimas comenzaron a salir de mis ojos rodando por mis mejillas, me lleve las manos al pecho y me apreté fuertemente, el tenía que estar mintiendo porque no podía ser verdad que él no sintiera nada por mi mas que odio, yo estoy seguro de que me quiere, de que me ama porque yo lo amo, rompí la regla que yo puse, rompí la regla que para mí era la más importante, no enamorarme de él. Me dirigí a mi cama y me acosté tapándome de cuerpo completo con las sabanas, no podía dejar de llorar, no podía dejar de sentirme mal.
*******
Oía ruidos en la habitación, mis ojos estaban cerrados y nos los quería abrir, me había quedado dormido de tanto llorar. Me tape la cara con la sabana, no quería abrir los ojos y encontrarme con Brian o los policías, porque ahora recordando se había ido pensando que yo denunciaría a Tom cosa que no hare por ningún motivo. Con la decisión de volver a quedarme dormido cerré mis ojos fuertemente pero un grito hizo que los abriera.
— ¡Aaahhh! —Oí que se quejaron. — ¡Auchh, auchh!
Los gritos que escuchaba eran muy agudos, muy bajitos me destape la cara y busque de donde provenían y me sorprendí al ver que provenían de una pequeña que se encontraba en mi habitación. Tirada en el piso con el tubo donde había suero se encontraba una niña bajita, pelo rubio chino, piel blanca y ojos de color azul, una niña muy linda la verdad.
— Snif…Sniff.. —Lloraba la niña quitándose el tubo de su pierna. — Sniff..
¿Qué hacia una niña chiquita en mi habitación? ¿De quién era?, me quede en la cama sentado mirando como la niña seguía llorando mientras se sobaba su pierna, al parecer no se había dado cuenta de que yo me había levantado. Sin poder más con mi curiosidad por saber quién era y que hacia aquí me levante de la cama y me puse alado de ella sorprendiéndola cuando me vio.
— Lo..sniff..lo siento—Dijo la niña en voz baja mientras agachaba su cabeza. —No..no quería..levantarte..
— No te preocupes—Le respondí con una sonrisa. —No me levantaste.
Me quede mirando como la niña se levantaba del piso sobándose su pierna, llevaba un vestido azul con un tipo listón enredado en su cintura y amarrado en un moño en la parte de atrás, su pelo suelto con una diadema blanca adornada con una flor. Me puse de pie y me quede mirando a la niña quien tenía su mirada en el piso y seguía sollozando pero más bajo que antes.
— ¿Te duele mucho tu pierna? —Le pregunte. Ella levanto la vista y asintió con su cabeza. —Mira vamos a la cama.
La niña se me quedo mirando y me sonrió, le tome la mano y cuando llegamos a la orilla de la cama la levante sin hacer mucho esfuerzo ya que no pesaba casi nada. Mire a mi alrededor y tome una silla que había en la habitación, la coloque frente a la niña y me senté en ella quedando frente a ella.
— Eres muy bonito—Me dijo la niña con una sonrisa y sus mejillas rojas.
— Gracias—Respondí ante el cumplido.
La niña era hermosa, tenía unos ojos hermosos y su cabello era muy lindo. Suspire y me le quede mirando, quería saber que hacía en mi habitación y quien la había dejado aquí.
— ¿Cómo te llamas princesa? —Le pregunte con una sonrisa.
— Lilieth pero mi hermanito me dice princesa también—Respondió con una sonrisa. —Si tu quieres me puedes decir princesa también.
— Esta bien te diré princesa porque pareces una—Dije. La niña sonrió, Lilieth ya había escuchado ese nombre antes. —Pero ocupo que me digas algo, necesito que me digas…—No pude terminar pues la niña hablo.
— Tú ¿Cómo te llamas? —Me pregunto.
— Yo me llamo Bill—Respondí con una sonrisa. — Pero necesito que..
— ¿Tienes novia? —Me pregunto mientras se llevaba las manos a las rodillas. — Eres muy..guapo..
— No..no tengo novia—Respondí. Vaya la niña había salido preguntona. —Pero antes de que sigas con las preguntas princesa, ocupo preguntarte algo yo.
— Esta bien, pero después.. —Hizo una pausa agacho la mirada y la volvió a subir fijándola en mí. —¿Puedo seguir preguntándote?
— Por supuesto.
— Entonces pregunta lo que quieras Bill—Me dijo la niña con una gran sonrisa.
Me le quede mirando, la niña no pasaba de los cuatro o cinco años y eso me sorprendía ¿Por qué?, bueno los niños de cuatro o cinco años hablan sí, pero por lo regular no hablan tan bien como ella lo está haciendo y eso me sorprende.
— Bueno quiero saber ¿Por qué estas en mi habitación? —Pregunte. —¿Quién te dejo aquí?
— Mi hermanito, mi hermanito me dijo que me quedara aquí, que no saliera—Dijo con una sonrisa.
— ¿Tu hermano? —Pregunte sin entender, ¿Quién podía ser su hermano?. — ¿Lo conozco?
La niña iba a responderme pero de un momento a otro cerró la boca, no dijo nada y la sonrisa de su rostro se borro, la mire sin entender el porqué ese cambio repentino.
— ¿Princesa? —Pregunte.
— Pequeña hermosa—Oí que decían a mis espaldas. —¿Cómo estás?
Esa voz, esa voz era de Tom, de mi gemelo otra vez estaba aquí. Gire mi cabeza y me encontré con él, mis ojos estaban puestos sobre los de él mientras que los de este sobre la pequeña que había en mi cama. Me levante de la silla y me di la vuelta para verlo de frente, no se había ido, seguía en el hospital eso tenía que significar algo aunque dijera que no. Mire cómo iba avanzando poco a poco hacia a mí, iba a decirle algo cuando sentí un tremendo agarre en mi pierna.
— ¿Qué..? —Me pregunte al sentirlo.
Dirigí mi vista a mi pierna derecha donde sentía el agarre y me encontré con la niña que había entrado a mi habitación abrazándome fuertemente y escondiendo su cara, me quede sorprendido ante eso, ¿Ahora resultaba que era una niña tímida?.
— Prin..princesa.. —Dije llevando mi mano derecha a su cabeza. — ¿Podrías soltarme por favor?
— No..no..no me dejes con el monstruo..no.. —Pidió abrazando mi pierna más fuerte y escondiendo más su cabeza. — Por favor..
Me quede helado ante eso, sorprendido ¿Le había dicho monstruo a Tom? ¿Lo conocía? ¿Sabía quién era? O ¿Solo lo decía porque no lo conocía en verdad? Todas esas preguntas comenzaron a rondar por mi cabeza.
— Pequeña.. —Dijo Tom acercándose hasta la niña, de un movimiento la aparto de mi pierna. — ¿No me digas que me tienes miedo?
— Suéltame..suéltame.. —Pedía la niña moviéndose bruscamente. — No te quiero..
— Pero si yo te quiero mucho pequeña—Le dijo Tom con una sonrisa mirándola. — ¿Por qué no me quieres tu?
— Porque eres malo..porque no quieres de verdad—Comenzó a decir la niña con los ojos cerrados. —Porque mi hermanito me ha dicho que no me acerque a ti.
— Así que eso te ha dicho tu hermanito—Dijo Tom con una sonrisa.
La niña movía sus manos intentando apartarse de Tom quien la sostenía fuerte para que no se le soltara o se le fuera a caer, yo simplemente miraba la escena sin entender nada, la niña conocía a Tom de eso no me cavia la menor duda, también sabia como era, que no le convenía estar cerca de él, pero ¿Quién era ese ''hermanito''?
¿Qué significa eso que dijo Tom de ''Tú no vas hablar si no quieres sufrir una perdida''? ¿Verdad, bueno tu hermano se refiere a que yo no voy a decir nada de lo que se de él, nada de lo que hace, nada de lo que me cuenta porque si lo hago perdería a.. Perdería a mi hermana.
Yo simplemente jamás delataría a Tom porque es mi mejor amigo y a pesar de todo lo aprecio y porque JAMAS me perdonaría el ver a mi hermana Lilieth muerta.

— ¡Tu eres la hermanita de Brian! —Dije casi gritando.
— Bill..Bill —Dijo la niña extendiendo sus brazos a mí. —Quiero a Bil..
— ¿Quieres a ese estúpido y a mí no? —Pregunto mi hermano en tono enojado. — ¿Lo quieres a el?
— Si..Bill..Quiero a Bill—Volvió a decir la niña.
— Pues que lastima pequeña porque él no te quiere a ti, es mas ni siquiera te conoce, ¿Sabes a quien quiere él? —Pregunto Tom mirándome a los ojos. — El me quiere a mí.
— NO—Grito la niña de repente. — Bill lindo no te quiere a ti, quiere a mi hermanito.
¡PUM! ¿Qué había dicho la niña? ¿Qué yo quería a Brian? Abrí demasiado los ojos ante ese comentario, eso no era verdad, yo no quiero a Brian.
— ¿Por qué dices eso..prin..princesa? —Me atreví a preguntar.
— Porque si Bill lindo, tu quieres a mi hermanito ¿verdad? —Pregunto la niña con una sonrisa.
— Yo.. princesa..yo.. —No sabía que decirle, o más bien como decirle que no. — Es que yo..
— El me quiere a mi pequeña—Interrumpió Tom. — Me quiere y ama a mí.
— No es cierto—Dijo la niña.
— ¿Por qué dices pequeña que Bill quiere a Brian? —Pregunto mi gemelo mirándola atentamente. —Dime, ¿Por qué?
— Porque mi hermanito quiere mucho a Bill—Respondió la niña.
Yo abrí la boca y los ojos mas si eso se podía, ¿de verdad la niña estaba diciendo eso?, si Brian se había vuelto mi amigo, me salvo de que me dieran una paliza, me advirtió de Tom y lo consideraba mi amigo pero no lo quería mas allá de eso. Fije mi vista en Tom quien tenía una sonrisa de medio lado en el rostro.
— ¿Así que Brian quiere a Bill? — Le pregunto a la pequeña.
— Si—Respondió esta. — Mi hermanito quiere a Bill, y Bill lindo quiere a mi hermanito.
— ¿Por qué dices eso princesa, porque dices que tu hermanito me quiere? —Le pregunte.
— Porque las dos cosas importantes que tengo son tu y ella—Respondieron.
Tanto la niña, como Tom y yo dirigimos la vista a la puerta de la habitación donde recargado en el marco con las manos en los bolsillos se encontraba Brian.
QUIERO COMENTARIOS DEL CAPITULO O PREGUNTAS EN MI FORMSPRING QUE ESTA EN EL LADO DERECHO DONDE ESTA LA INTRODUCCION:D

0 comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.

 
Copyright © THAT BOY IS A MONSTER.
Blogger Theme by BloggerThemes | Theme designed by Jakothan Sponsored by Internet Entrepreneur